Se concibe como la forma de
comunicación más compleja que posee el hombre y el vehículo por excelencia del
registro de las variaciones culturales y técnicas de la humanidad. Es muy
importante que el niño escriba bien y de manera clara. En todo proceso
educativo del aprendizaje del lenguaje se tiene como objetivos que el niño
pueda leer, escribir, entender lo que escriben los demás y que los demás seamos
capaces de leer lo que él escribe, de manera que sea posible una situación de
comunicación. Es necesario ejercitar el lenguaje escrito, no sólo para
dominarlo como instrumento para comunicar, sino, también, como instrumento de
comprensión, de organización y de generación de ideas.
La lectura en el proceso de aprendizaje:
La lectura en sí es un proceso de
naturaleza intelectual donde intervienen funciones sensoriales, psíquicas y
cerebrales, que se conjugan para realizar la decodificación, comprensión e
interpretación de un conjunto de signos o de un lenguaje, que podrá ser visual
o gráfico (letras, ideogramas, signos), táctil (sistema Braille) o sonoro
(código Morse).
El hábito de la lectura es parte
fundamental de la formación cultural de un individuo, pues permite desarrollar
en él la capacidad de razonamiento, el sentido crítico y las competencias
interpretativas, eso sin contar que contribuye a mejorar las habilidades de
redacción y escritura, aumenta el léxico y estimula la imaginación.
La lectura supone la traducción
de la palabra impresa, tanto a sonidos de la lengua hablada como a su
significado. Es reconocer la significación auditiva y semántica de las palabras
escritas o impresas. La lecto - escritura, por tanto, consiste en la conexión
de la representación gráfica de las palabras con el conocimiento del individuo.
Es decir, tiene que presentarse como una manera de reflejar la realidad
individual sin tener un interlocutor directamente enfrente de él.
Tipos de Lectura:
Lectura silenciosa: contribuye notablemente al desarrollo de las
capacidades intelectuales del individuo, constituye el medio idóneo en la
adquisición de un porciento elevado de conocimientos.
Lectura oral: difiere de la
silenciosa en su forma de manifestarse.
Lectura expresiva: la práctica de esta contribuye al
perfeccionamiento de la dicción y la entonación de los alumnos.
Lectura dramatizada: contribuye a la formación integral de los
alumnos, a través de esta se ponen de manifiesto las habilidades logradas en la
lectura oral y expresiva. Cada lector debe representar a los personajes por
medio de la voz.
Lectura coral: tiene objetivos comunes a los de la lectura
dramatizada pero además lo fundamental es lograr el ritmo adecuado y una
armonía vocal parecida a la de los coros cantados.
Lectura creadora: contribuye a que los estudiantes aprendan a redactar.
Por medio de esta los estudiantes hacen suya la obra, la viven, la asimilan.
Para desarrollar las habilidades que intervienen
en el proceso de decodificación de textos, es necesario sistematizar las
operaciones que intervienen en la acción
de leer y una clasificación didáctica sintetizada sería de gran utilidad pues
hace que el profesor conozca la vía más directa entre un punto X (en que se
encuentra el estudiante) y un punto Y que es donde el profesor quiere que el
estudiante llegue. Por lo que valorar las lecturas analíticas o intensivas como métodos
para desarrollar la habilidades lectoras
es justo y significativo; sin embargo, no sería la forma más adecuada de
propiciar esa sistematización de operaciones.
La clasificación didáctica de
lectura se debe sustentar en el objetivo didáctico de la actividad lectora u
objetivo lector del estudiante. Es por ello que puede clasificarse desde esta
perspectiva en: Lectura de Búsqueda que es la que realiza el lector para buscar
cualquier información específica. Ej. : La lectura en una guía telefónica.
La Lectura de exploración: es la que se realiza con el objetivo de
obtener la clave semántica. Por lo
general, se desarrolla cuando se está presionado con el tiempo. Se lleva a cabo
leyendo el primer y último párrafos en
textos cortos; en extensos se debe leer además la primera y última oración de
los párrafos del medio.
La Lectura Cognitiva o de Estudio: es la que realiza el lector con
el objetivo de profundizar en el conocimiento de la realidad objetiva y por
último no solo se lee con la finalidad del conocimiento, por establecer
relaciones de trabajo, sino que también se lee por el placer de leer. Leer
cuentos, poemas, novelas cómics; constituye un gran liberador de tensiones, de
ahí la Lectura Lúdrica o de esparcimiento.
Es muy interesante esta forma de
sintetizar didácticamente la lectura. Sin embargo, se torna inexacto para la
ciencia; por cuanto una acción puede ser una habilidad, pero no un medio. El
objetivo metodológico, en la lectura
como habilidad, no debe ser entender, comprender e interpretar pues estos son
objetivos didácticos para el desarrollo de la habilidad generalizada. Por otra
parte, lo oral y lo analítico constituyen procedimientos para el desarrollo de
la lectura como medio cuyo fin es la competencia discursiva.
Al estudiante/lector se le debe
dar práctica en cómo seleccionar la forma de enfrentar un texto y cómo utilizar
juiciosamente las diferentes operaciones: búsqueda, revisión, exploración,
estudio y esparcimiento, considerada por algunos autores tipos de lectura. La
elección de las referidas operaciones dependerá de factores tales como la
naturaleza del texto y el propósito para la lectura, como también de factores
puramente pedagógicos (por ejemplo, qué habilidades quiere el profesor que desarrollen los
estudiantes/lectores en una clase particular).
Después de valorar las
definiciones de lectura y abordar su clasificación didáctica la cual conduciría
al desarrollo de la habilidad generalizada leer, es necesaria la precisión del
concepto texto, pues la misma se desarrolla a través de él.
Lectura crítica:
Una lectura crítica, entendida de
manera general, es aquella que exige al lector una particular atención y
profundidad comprensiva e interpretativa, con un marcado énfasis e interés en
los criterios formales y racionales que intervinieron en la composición de un
texto. La lectura crítica puede llevarse a cabo en medios escolares y
académicos, cuando un profesor pide a sus alumnos realizar una lectura
detallista y atenta de un texto para extraer una comprensión cabal y razonada.
Asimismo, la lectura crítica es una labor editorial llevada a cabo por un
profesional de la literatura, cuya tarea es realizar una lectura enjundiosa y
exhaustiva que examine y verifique la calidad, validez y claridad expositiva de
un texto, así como su potencial comunicativo, comercial o educativo.
Procesamiento léxico:
Este proceso que nos lleva al
reconocimiento de las palabras escritas. Estas pueden ser de tres clases:
pseudopalabras (legibles pero sin significado: como "caditisa",
"chetupa"), palabras irregulares(con origen en otro idioma, que
conserva grafía y pronunciación de origen: como cuando aludimos a los personajes
"shakespearianos" o al "software" informático) y palabras
regulares (existentes en nuestro léxico idiomático, respetan las reglas de
conversión grafema-fonema: "mano", "niño").
Disponemos de dos vías para
acceder al significado de las palabras escritas. Por la ruta fonológica podemos
leer las palabras tanto conocidas como desconocidas, las palabras regulares y
la pseudopalabras, pero no las irregulares. Por la ruta visual podemos leer
todas las palabras conocidas, tanto regulares como irregulares, pero no las
desconocidas ni las pseudopalabras. Ambas rutas funcionan conjuntamente pero el
resultado final viene determinado prioritariamente por una de ellas.
Suele ser un error considerar la
vía lexical (visual) equiparable a la lectura con significado y la fonológica
equiparable a la lectura mecánica. Las dos vías son medios para llegar al
significado y conllevan normalmente el acceso al mismo; son igualmente
necesarias para una lectura eficaz y ambas se utilizan simultáneamente en el
análisis de cualquier símbolo; si bien, la ruta visual es lógicamente más
rápida.
¿Qué habilidades se debe instruir para que el alumno pre -lector se convierta en un lector experto?
A partir de la revisión hecha de
las investigaciones y de consultas efectuadas con expertos, etc., los miembros
del National Reading Panel (National Institute of Child Health and Human
Development, 2000) describieron cuáles son los principales componentes o
habilidades que la instrucción de la lectura debería incluir, para conseguir
tales objetivos:
(1) Conciencia fonológica Consiste en enseñar a los niños a segmentar
el lenguaje oral en fonemas, sin contar con el apoyo de las letras del alfabeto.
(2) Conocimiento alfabético y aprendizaje de las correspondencias
grafema-fonema. Es una forma de enseñar a leer que enfatiza el conocimiento
de las correspondencias letra-sonido de manera explícita, sistemática y temprana
o de forma incidental. En el primer caso, desde que se inicia la enseñanza el profesor
ayuda al estudiante a comprender la relación que existe entre grafemas y fonemas,
sin esperar a que éste la descubra de forma espontánea, y para ello sigue un orden
preciso. En cambio, en el segundo caso, al enseñar el profesor no sigue una secuencia
de instrucción planificada, sino que éstas son enseñadas a medida en que van
apareciendo en los textos.
(3) Fluidez – La instrucción está orientada a estimular la lectura
con velocidad, precisión, y respetando los signos de puntuación, ya que
facilita la comprensión del texto. Si la lectura es muy laboriosa y poco
precisa, será más difícil recordar y relacionar las ideas expresadas en el
texto con los conocimientos previos que posee el educando.
(4) Vocabulario – La instrucción se centra en dos tipos de
vocabulario, el oral y el escrito. Cuando un lector encuentra una palabra en el
texto puede descodificarla, es decir, convertirla en habla. Si se encuentra
dentro del repertorio lingüístico que posee el lector, éste será capaz de
entenderla; en cambio, si no está, el lector tendrá que deducir el significado
por otros medios y otras estrategias. En consecuencia, cuanto mayor sea el vocabulario
del niño o niña (ya sea oral u escrito) tanto más fácil será la comprensión del
texto.
(5) Comprensión - La instrucción ha de procurar que los estudiantes
sean capaces de relacionar las ideas que están representadas en el texto con
sus propios conocimientos y experiencias, así como representaciones mentales
construidas en la memoria. Se sugiere que la comprensión podrá mejorarse en la
medida en que los educandos aprendan a usar estrategias cognitivas específicas
o a razonar de manera estratégica, cuando se topen con barreras para comprender
lo que están leyendo. Los niños y niñas hasta cierto punto adquieren estas
estrategias de manera informal, ya que una enseñanza formal y explícita de las
mismas conduce a una mejora del proceso de comprensión.
A estas habilidades habría que
sumar otras no menos importantes, como la conciencia general del lenguaje
escrito. Hay que tener en cuenta que esta revisión realizada por el National Reading
Panel corresponde a estudios realizados en lengua inglesa, razón por la cual
hay aspectos que podrían no ser directamente extrapolables a otras lenguas en
donde la escritura refleje la fonología
de manera más fiel, como sería el caso del español. En otras palabras, aunque
también se ha demostrado que estas habilidades son importantes cuando se
aprende a leer en español, hay, sin embargo, algunos matices que conviene tener
en cuenta dependiendo del contexto idiomático.


El desarrollo de la lectura como una sucesión de etapas
Aprender a leer es un proceso que
se da a través de distintas etapas y que conlleva más tiempo en algunas lenguas, en comparación con
otras.
Para la etapa logográfica los
niños ya han adquirido cierto nivel en el desarrollo del lenguaje oral,
observan y participan en muchas actividades tales como escuchar cuentos, y
comienzan a familiarizarse con las letras. En este contexto los niños adquieren
conceptos funcionales acerca de la lectura y la escritura, aprenden las formas
y nombres de las letras del alfabeto, y cómo ellas difieren de los números.
También aprenden a identificar logotipos (v.g., Coca-Cola, McDonald’s,...) y
practican la escritura copiando lo que ven escrito, o inventando su propia escritura
para etiquetar dibujos o mensajes creados por ellos mismos (Mason y Allen,
1986).
Cuando aplicamos nuevos
métodos y estrategias los docentes
entendemos que nuestro trabajo con los niños parte del principio de que leer no
es pronunciar o descifrar las letras, sino comprender; y que escribir no es
copiar mecánicamente, sino plasmar el pensamiento a través de diferentes medios
gráficos, principalmente el lenguaje escrito.
En los primeros años del subsistema
de educación primaria los niños y
niñas deben:
Reconocer y manipular los sonidos de su lengua
Reconocer letras sus nombres y sonidos
Unir las letras para leer y escribir palabras
Usar su conocimiento del significado de las palabras para entender el
mensaje
Logrando así desarrollar las características de un lector establecido:
Sabe por qué y para qué lee
Genera hipótesis a partir de sus conocimientos
previos y los verifica durante la lectura
Aplica conscientemente estrategias cognitivas
que facilitan la comprensión lectora
Analiza y evalúa lo que ha leído, y usa la
lectura para aprender
Por lo tanto es necesario desarrollar
una conciencia fonológica:
La conciencia que el lenguaje
oral está compuesto de sonidos que se pueden manipular.
Necesita oportunidades de jugar con el
lenguaje
Para desarrollar niveles de conciencia fonológica se puede implementar:
• Rimas
• Aliteración
• Segmentación de oraciones
• Unir sílabas
• Contar sílabas
• Unir y segmentar fonemas
El primer paso en la transición del lenguaje oral al escrito es:
Reconocer que lo que se dice se puede escribir
y lo escrito se puede leer.
Mientras que la escritura va
desde la representación de la expresión que procede anotar, pasa por su
análisis sónico y termina en el recifrado de los sonidos (fonemas) en letras
(grafemas), la lectura comienza por la percepción del conjunto de las letras,
pasa por su recifrado en sonidos y termina con la identificación del
significado de la palabra. Tanto la escritura como la lectura son procesos
analíticos - sintéticos que comprenden el análisis sónico y la síntesis de los
elementos del discurso.
Ejercicios para favorecer la discriminación de signos o elementos
gráficos
La ausencia o poco desarrollo de
esta aptitud impide al niño la percepción adecuada de las palabras y trae como
consecuencia diversas dificultades:
Inversión de las secuencias de las letras “res” por “ser”
Para estos problemas, se debe hacer que el
niño:
- Ordene objetos, cubos, figuritas, etc
de izquierda a derecha
- Ordene figuras de la misma forma y de
distintos tamaños de izquierda a derecha.
- Siga con el dedo líneas rectas y curvas de
izquierda a derecha.
- Se coloquen en fila y que digan sus
nombres de izquierda a derecha.
- Hagan líneas en el suelo de izquierda
a derecha.
- Escribir la palabra en la que el niño
tiene dificultades con lápiz rojo de mina gorda.
- Modelar la palabra con plastilina de
colores, un color para cada letra, teniendo en cuenta que siga la dirección de
izquierda a derecha.
- En una cartulina cosa las letras con
lana y después trace con el dedo la palabra realizada.
Inversión de las letras “d” por “b”, “q” por “p”, etc.
Algunos ejercicios para superar
esta tendencia son:
- Presentar al niño en una hoja de papel
en la que se han dibujado varios pares de figuras. La maestra expondrá en el
suelo una figura igual a una de las que están en la hoja y pide a los alumnos
que marquen la que es igual.
- Utilizar
el mismo método con símbolos gráficos semejantes, de tamaño grande: b, d; p, q;
n, m; n, u; r, rr, etc.
- Colocar en una caja figuras
geométricas de cartón semejantes de distinto tamaño y hacer que el niño busque
otra semejante a la que se le muestra.
- Hacer listas de palabras que empiecen
con la letra que el niño invierte, pintando de un color distinto a las demás
que componen la misma palabra.
Omisión de ciertas letras de una palabra.
Para corregir esta tendencia se
recomiendan estos ejercicios:
- Que el maestro escriba la palabra mal,
tal y como la escribe el alumno y debajo la escriba correctamente para que así
el niño se dé cuenta de las dos formas.
- Construir con cartones la palabra en
cuestión de manera que cada uno tenga una letra para que luego, el niño la
reproduzca y asocie el sonido a la
escritura.
- Escribir pares de palabras con la
forma correcta e incorrecta, subrayando el elemento omitido.
A continuación se deja una guía para el docente: ¿Cómo trabajar la escritura con nuestros estudiantes?