Efemérides del Mes de Diciembre





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1 de Diciembre: Día internacional de la prevención del SIDA.




El Día Internacional de la Prevención del SIDA es una oportunidad para despertar interés por el VIH y el SIDA en el público. Y así lograr transmitir mensajes de prevención en las colectividades, mejorar la asistencia de los infectados por el VIH y luchar contra el rechazo y la discriminación. Estos son algunas de las estrategias utilizadas para enfrentar esta epidemia mundial. Los primeros registros aparecen en Estados Unidos a comienzo de los años ochenta. Ya en los noventa el síndrome de inmuno deficienca adquirida se había convertido en una epidemia mundial. En la actualidad la mayoría de las víctimas de la enfermedad son hombres y mujeres heterosexuales y niños de países en vías de desarrollo.Esta enfermedad es considera incurable, aunque existen medicamentos antirretrovirales que son capaces de contener dicha infección. Lamentablemente éstos son inalcanzables por su costo, para la mayoría de personas que padecen esta mortal enfermedad.

Se eligió el día 1 de diciembre porque el primer caso de sida fue diagnosticado en este día en 1981. Desde entonces, el sida ha matado a más de 25 millones de personas en todo el planeta, lo que la hace una de las epidemias más destructivas registradas en la historia. A pesar de que existe un mayor acceso y se ha mejorado el tratamiento antirretroviral y al cuidado médico en muchas regiones del mundo, la epidemia de sida costó aproximadamente 3,1 millones (entre 2,8 y 3,6 millones) de vidas sólo en el año 2005, de las cuales más de medio millón (570.000) eran niños.







5 de Diciembre: Día del profesor universitario.


Consagrado a la autonomía universitaria, este día se define como un logro alcanzado en 1958, una vez caía la dictadura Militar de Pérez Jiménez. De esta manera el Día del Profesor Universitario revive el Decreto Ley N° 458 sobre las Universidades en la que se contempló la autonomía académica, administrativa y electoral. El proyecto de la ley fue elaborado seguidamente al derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, derogando de esta manera la Ley de Universidades de 1953.

De esta manera, la Ley de Universidades permite que estas majestuosas casas de estudios comenzaran a trabajar con libertad, pluralidad y autonomía, así como también se les otorga el derecho a administrar sus propios recursos y academia. Así mismo, surgen otros elementos que caracterizarían a las Universidades. Así de la Universidad Nacional de Córdoba, surgió esta nueva Universidad, modelo que es adoptado en Venezuela bajo esta Ley de 19558. De los principios fundamentales que esta reforma incluye, se pueden mencionar los siguientes: autonomía universitaria, cogobierno, extensión universitaria, acceso por concursos y periodicidad de las cátedras, libertad de cátedra, cátedra paralela y cátedra libre, acceso masivo y gratuito, vinculación de docencia e investigación, Inserción en la sociedad y rol de la universidad, solidaridad latinoamericana e internacional, unidad obrero-estudiantil.





7 de Diciembre: Fundación de El Tocuyo.

El 7 de diciembre de 1545 Juan de Carvajal funda la ciudad de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo, estableciéndose así el tercer ayuntamiento venezolano. Muchas ciudades se fundaron teniendo como centro de expansión El Tocuyo (Barquisimeto, Cubiro, Trujillo, Valencia, Caracas, etc.), por lo que se le llama «Ciudad Madre».

El Tocuyo es una ciudad del estado Lara en Venezuela, capital del municipio Morán. Situada a 622 m de altitud en el valle del río Tocuyo. Ubicada junto a la carretera que une Barquisimeto con los Andes. Mantiene servicios administrativos y comerciales a su zona de influencia de fértiles suelos, destinados a cultivos de caña de azúcar, horticultura, fruticultura, viñedos y ganadería bovina, que proporcionan materia prima para las agroindustrias locales, del complejo de alimentos preparados, central azucarero Tocuyo e industria vitivinícola. Tuvo un importante papel en la conquista española como centro irradiador en la fundación de ciudades. Fue destruida su monumental arquitectura colonial por el sismo de 1950, siendo reconstruida en estilo moderno.

Población (estimada para 1996), 42.685 habitantes.


Para la época era costumbre del conquistador, cuando quería fundar una nueva ciudad, plantar un rollo de madera en el centro del terreno que debía ocupar la plaza de la población. Se revestía de sus insignias, montaba a caballo con una espada en la mano y rodeado de los pobladores, preguntaba por tres veces consecutivas en alta voz: “Si alguien tuviere razones para oponerse a la fundación, que lo manifieste”. El fundador daba cada vez un golpe en el madero; después de los cual declaraba fundada la ciudad, con el nombre que debía llevar. Acto seguido, se nombraban las autoridades, se fijaban sitios para iglesias y casas y se levantaba el acta para la fundación.





7 de Diciembre: Natalicio de Ambrosio Plaza.


Nace en Caracas el 7.12.1791 - Muere en Valencia (Edo. Carabobo) el 25.6.1821

Oficial del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia. Fueron sus padres el capitán de milicias Diego de la Plaza y Liendo y Josefa Obelmejías y Rengifo. En 1810, a la edad de 19 años ingresó en calidad de cadete, en el batallón de Milicias de Blancos de Caracas, ascendiendo el 28 de agosto de ese mismo año a subteniente. Bajo el mando del general Francisco de Miranda participó en las operaciones libradas durante la Primera República (acción contra los rebeldes de Valencia en 1811 y contra Domingo de Monteverde en 1812). En 1813 se incorporó al ejército de Simón Bolívar y al año siguiente fue destinado al Ejército de Occidente, cuyo comandante era el general Rafael Urdaneta, con quien llevó a cabo la retirada de la población y de los contingentes patriotas hacia la Nueva Granada. Posteriormente, encontrándose en dicho país marcho con Bolívar desde Tunja a Bogotá, en una operación cuyo objeto era reducir el foco realista encabezado por Manuel Bernardo Álvarez, lo cual se logró a fines de 1814. En 1815, como comandante de la infantería de la Guardia de Honor del Libertador, actúa en acciones en el Magdalena y Cartagena.
Tras emigrar con Bolívar a Jamaica y luego a Haití, ascendido a teniente coronel participó junto con el Libertador en la La Expedición de los Cayos (1816) y en las acciones que la conforman: desembarcos en Juan Griego, Carúpano y Ocumare. Poco después, desde Choroní y bajo las órdenes del general Gregor MacGregor llevó a cabo la retirada a oriente, mejor conocida como Retirada de los Seiscientos. El 23 de octubre del mismo año de 1816 fue ascendido a coronel y junto al también coronel Julián Montes de Oca, fue destinado a la división del general Pedro Zaraza, con el que efectúa acciones de guerrillas en el alto llano, las cuales sirvieron de apoyo a las operaciones ejecutadas por Bolívar y el general Manuel Piar en Guayana en 1817. El 2 de diciembre de 1817, vio acción en la batalla de La Hogaza, en la que fueron derrotadas las fuerzas patriotas; circulando poco después un parte de guerra del brigadier Miguel de la Torre en el que se le daba como muerto, al igual que a su hermano Mariano. En 1818 formó parte de la Campaña del Centro y en 1819 de la de Apure; desempeñándose en esta última como comandante del batallón Granaderos, de reciente creación.
El 23 de mayo de 1819 estuvo presente en la junta de guerra que se llevó a cabo en la aldea de Setenta, en la que quedó decidida la campaña de liberación de la Nueva Granada; actuando ese mismo año en las batallas de Gameza (11 de julio), Pantano de Vargas (25 de julio) y Boyaca (7 de agosto). En noviembre de 1820, en compañía del general Antonio José de Sucre, fue a Humocaro (Edo. Lara), como parlamentario ante el general Pablo Morillo, acción previa a las conversaciones para la conclusión de los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, suscritos en Santa Ana por los generales Bolívar y Morillo, el 25 y el 26 de noviembre de 1820, respectivamente. El 15 de junio de 1821, en San Carlos (Edo. Cojedes), el Libertador reorganizó el ejército patriota en 3 divisiones, confiándole el mando de la tercera al coronel de Plaza, proponiéndolo además ante el Congreso de Colombia para el grado de general de brigada. Al frente de su división combatió en la batalla de Carabobo (24.6.1821). Durante la misma atacó de frente las posiciones realistas del mariscal de campo Miguel de la Torre, para cooperar con las divisiones de los generales José Antonio Páez y Manuel Cedeño, quienes gracias a esto lograron ejecutar el desbordamiento del flanco derecho realista. Ya casi, decidida la victoria a favor de los republicanos, el coronel Plaza recibió una tiro de fusil, momentos en que imponía la rendición a un batallón realista; produciéndose como consecuencia su deceso al día siguiente. Para el momento de su muerte, el Congreso de la República había autorizado su ascenso a general de brigada.



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7 de Diciembre: Día de Maturín.

Maturín fue fundada el 7 de diciembre de 1760 por el fraile Capuchino Lucas de Zaragoza como Pueblo de misión de indígenas Guaraunos. Dicha fecha fue confirmada como “fundación definitiva” por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. El pueblo tenía por nombre San Judas Tadeo de Maturín.
El sacerdote e historiador jesuita Pablo Ojer encontró en el Archivo General de Indias el acta de fundación de una ciudad de españoles anterior a San Judas Tadeo de Maturín. Se trata de San Juan de la Tornera de Maturín que fue fundada el 18 de abril de 1722 por el capitán español y gobernador de la Provincia de Cumaná Juan de la Tornera y Sota. Pero San Juan de la Tornera de Maturín no habría tenido suficiente desarrollo material que dejara algún vestigio de su existencia. La Academia Nacional de la Historia de Venezuela la califica de “fundación inmaterial”.

Origen del nombre Maturín
Maturín toma su nombre de un nativo indígena llamado Maturín. Maturín era cacique (jefe) de una tribu localizada cerca del actual emplazamiento de la ciudad. Maturín fue muerto, al parecer, por un capitán español (supuestamente de apellido Arrioja) durante una batalla entre las tropas del gobernador cumanés Carreño y los miembros de la tribu de Maturín en 1718. Desde entonces el lugar donde el jefe indígena fue asesinado empezó a ser conocido como Sitio de Maturín.
Algunos historiadores opinan que el nombre del cacique no es realmente de origen indígena sino francés. Ellos basan su teoría en la leyenda de un presunto misionero católico francés quien habría evangelizado a los indígenas del área a finales del siglo XVII. Según esta leyenda, el misionero (cuyo nombre o apellido pudiera haber sido Mathurin) bautizó y le puso el nombre de Mathurin a un joven, quien llegó a ser el jefe Maturín. También existe la posibilidad de que el misionero le haya dado a este indígena el nombre de Mathurin en honor de Saint Mathurin, un santo francés del siglo IV.
Otros historiadores niegan tal teoría. Ellos creen que el nombre Maturín es de raíz indígena y proviene de una planta con el mismo nombre. Además existen toponimias que poseen un parecido con la palabra Maturín.

Batallas en Maturín
Maturín fue el escenario de cinco batallas entre 1813 y 1814 en la que la ciudad resistió a los intentos de los realistas de tomarla, valiéndole el apodo de Tumba de los Tiranos por Simón Bolívar. La más famosa de todas fue la Batalla del Alto de Los Godos. En esa batalla los republicanos, al mando de Manuel Piar, consiguieron una victoria contra las tropas del general español Domingo Monteverde. Otros patriotas como Antonio José de Sucre, José Francisco Bermúdez, José Tadeo Monagas, José Gregorio Monagas y José Félix Ribas lucharon durante esos años en Maturín.
La última batalla de Maturín (1814) fue una derrota. Emigrados de la ciudad de Caracas habían llegado a Maturín en las semanas previas a la batalla. Ellos trataban de huir de las huestes del general español José Tomás Boves. Después de la batalla de Urica (donde muere Boves) el general Tomás José Morales decide tomar a Maturín. Los republicanos se defendieron bravamente, mas fueron derrotados. Muchos de ellos fueron asesinados por Morales. Maturín quedó en ruinas. Los sobrevivientes de la masacre reconstruyeron el entonces pueblo de Maturín dos años después. 



Imagen Inmaculada Concepción

8 de Diciembre: Día de la Inmaculada Concepción.


El dogma de la Inmaculada Concepción, también conocido como Purísima Concepción, es un dogma de fe del catolicismo que sostiene la creencia en que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, es decir, de su ser personal, estuvo libre de todo pecado. No debe confundirse esta doctrina con la de la maternidad virginal de María, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Jesús de Nazaret y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina reafirma con la expresión "llena eres de gracia" (Gratia Plena) contenida en el Saludo del Ángel (Lc. 1,28) y en la oración del Ave María este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.





9 de Diciembre: Conmemoración de la Batalla de Ayacucho.

Acción militar final de la Campaña Libertadora del Perú, en la que el general Antonio José de Sucre, liberó de manera definitiva a dicha nación. Los preparativos para esta batalla contra las autoridades españolas, comenzaron el 6 de diciembre de 1824 cuando el Ejército Unido llegó a la pampa de Ayacucho, en las cercanías del pueblo de Quinua (Perú),
Por su parte, el ejército realista llegó al campo de batalla el 8 de diciembre, comandado por el general José de La Serna y se estableció en las faldas del cerro Condorcunca, frente la línea formada por Sucre.
Finalmente, en la mañana del 9 de diciembre, los realistas al mando de La Serna iniciaron el ataque, cuando la división del general Jerónimo Valdés avanzó con la finalidad de desbordar el ala izquierda republicana, al tiempo que las divisiones de los generales Antonio Monet y Alejandro González Villalobos se adelantaban para lanzar su ataque contra el centro y derecha de Sucre, tan pronto como Valdés cumpliese su cometido. Sin embargo, esta maniobra fracasó. La acción siguiente de Sucre fue ordenar a Córdoba que atacara a los cuerpos de Monet y Villalobos, los cuales aún no habían entrado en combate. La división del general José María Córdoba cargó contra las unidades realistas, en proceso de despliegue en batalla, produciéndose una gran desorganización en estas unidades, seguida de la persecución que realizaron los batallones de Córdoba. Algo similar ocurrió con la caballería de La Serna cuando fue embestida por la caballería republicana. La reserva de Sucre intervino nuevamente, esta vez para auxiliar a las unidades de Córdoba, hasta que los realistas, imposibilitados para sostener el combate por más tiempo, pidieron una capitulación que abrió el camino para la liberación del Perú.




10 de Diciembre: Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los derechos humanos son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna. Son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, orientación sexual, etnia o nacionalidad; y son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que se consideran fuente del Derecho, en concreto la denominada derecho natural. Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas jurídicas, identificándose consigo mismos y con los otros.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París, que recoge los derechos humanos considerados básicos.

La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un documento orientativo, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos.






15 de Diciembre: Natalicio de Carlos Soublette.


Carlos Soublette fue hijo de Antonio Soublette y Piar, originario de Tenerife, y Teresa Jerez de Aristeguieta. El 18 de mayo de 1810 ingresó en el servicio de las armas como portaestandarte en un escuadrón de caballería en Caracas y en julio de ese año ascendió a alférez. El 11 de enero de 1811 fue ascendido a teniente y entre julio y agosto actuó bajo las órdenes de Francisco de Miranda en la campaña para dominar la insurrección armada de Valencia. Por su actuación en esa acción fue ascendido a capitán.
El 12 de febrero de 1812 contrajo matrimonio con Olalla Buroz, y ese mismo año, ya como teniente coronel, estaba al mando de un escuadrón de caballería en las operaciones del ejército republicano contra la ofensiva llevada de las fuerzas realistas al mando de Domingo de Monteverde. A la caída de la Primera República, fue reducido a prisión en el castillo de San Felipe de Puerto Cabello, de donde fue liberado en 1813. Posteriormente se enroló en el Ejército Libertador tras concluir la Campaña Admirable.
El 30 de septiembre participó en la Batalla de Bárbula y el 3 de octubre en la de Trincheras. En noviembre del mismo año, fue secretario del general José Félix Ribas, a la sazón gobernador militar de Caracas. Bajo las órdenes de Ribas combatió en la Batalla de Vigirima entre el 23 y el 25 de noviembre de 1813. También combatió en la Batalla de La Victoria el 12 de febrero de 1814, la batalla de San Mateo el 25 marzo, Carabobo el 28 de mayo y la Batalla de La Puerta el 15 junio.
Durante la emigración del ejército republicano a oriente en julio de 1814, cubrió la retaguardia con una unidad de caballería. El 17 de agosto intervino en la Batalla de Aragua de Barcelona y perdida la Segunda República, emigró a Nueva Granada con el general en jefe Simón Bolívar y participó en las acciones militares que éste llevó a cabo en Santa Fe de Bogotá (diciembre 1814) y el Magdalena y Cartagena (1815). En mayo de este último año, emigró a las Antillas y en Haití formó parte de la Expedición de Los Cayos (1816). El 25 de marzo del citado año, recibió en Los Cayos el despacho de coronel efectivo de caballería. Asistió a la Asamblea de la Villa del Norte (Margarita) el 6 de mayo del mismo año.
El 1 de junio, durante la toma de Carúpano por las tropas de la expedición, y bajo el mando directo del general Manuel Piar, actuó contra el flanco izquierdo de la ciudad. Allí fue nombrado gobernador del Cuartel General y el 23 del mismo mes, recibió el nombramiento de jefe del Estado Mayor General interino, en reemplazo del coronel Henri Ducoudray-Holstein. Durante el desembarco de la fuerza expedicionaria en el puerto de Ocumare, Soublette era comandante de la vanguardia, el 6 de julio de ese año. El mismo día marchó con una columna a los valles de Aragua, con el encargo de apoderarse de la zona y organizar una división con la cual aseguraría la acción del resto de las tropas que se hallaban bajo el mando directo de Bolívar. Habiendo fracasado Soublette en los valles de Aragua, se replegó hacia Ocumare y se estableció en las alturas de Los Aguacates, donde rechazó el ataque del brigadier Francisco Tomás Morales el 10 de julio. El 14 del mismo mes repitió Morales el ataque y logró derrotar en la misma área a los republicanos, mandados en esa ocasión por el general Bolívar. Bajo las órdenes del general de brigada Gregor Mac Gregor, participó Soublette en la operación conocida como Retirada de los Seiscientos, efectuada desde Choroní hasta Barcelona. Combatió en la Batalla de El Juncal (27 se septiembre de 1816). Después de esta acción el general Manuel Piar dirigió el ejército hacia Guayana y Soublette, por hallarse enfermo, quedó en El Pilar (Estado Anzoátegui). El 31 de diciembre del mismo año se incorporó a las fuerzas del general Bolívar quien, procedente de Haití, desembarcó en Barcelona.
El 2 de enero de 1817 Bolívar lo nombró miembro de la Orden de los Libertadores de Venezuela. El 9 del mismo mes, actuó con Bolívar en el combate de Clarines, en el cual fueron derrotados los republicanos. Allí recibió Soublette una herida. El 23 del citado mes fue comisionado ante el general en jefe Santiago Mariño para que tratase de convencerlo de la necesidad de que uniese sus fuerzas con las de Bolívar. En marzo marchó con Bolívar a Guayana y tomó parte activa en las operaciones para la liberación de la provincia. Para entonces era subjefe del Estado Mayor General. El 24 de septiembre recibió el nombramiento de jefe del Estado Mayor General y el 3 de octubre, el de fiscal en el juicio a que fue sometido el general en jefe Manuel Piar.
El 9 de noviembre de ese año fue nombrado miembro del Consejo de Estado, el cual debía reunirse en Angostura el 10 de diciembre. Actuó en la Campaña del Centro (1818), en la del bajo Apure y en la de Nueva Granada (1819). En la batalla de Boyacá (7 de agosto de 1819) mandaba uno de los cuerpos del ejército vencedor.
El 5 de septiembre Bolívar le confió la misión de marchar a Venezuela con una columna, la cual sería la vanguardia del ejército que, bajo las órdenes del propio Bolívar, debía activar las operaciones en Venezuela. El 9 del mismo mes, recibió la Cruz de Boyacá. En su marcha hacia el bajo Apure, donde se reuniría con las fuerzas del general José Antonio Páez, Soublette ocupó los valles de Cúcuta, recién evacuados por la división realista que mandaba el mariscal de campo Miguel de la Torre. Soublette lo persiguió y tomó contacto con él en el alto de Las Cruces, el 23 de septiembre, entre San Antonio y Capacho. La acción fue indecisa. De allí siguió poco después hacia el bajo Apure y Guayana. El 1 de mayo de 1820, Bolívar lo propone ante la comisión permanente del Congreso para el ascenso a general de división, pues los servicios que ha prestado a la República "... lo hacen digno a una recompensa igual a la que se concedió a los generales Anzoátegui y Santander... "
El mismo día, mediante decreto ejecutivo, fue nombrado vicepresidente interino de Venezuela, con el encargo de dirigir la guerra en oriente. En 1821, durante la ejecución de la diversión sobre Caracas y valles de Aragua, por el Ejército de Oriente, Soublette siguió de cerca el curso de las operaciones. Derrotado el general José Francisco Bermúdez en El Calvario (Caracas) el 23 de junio de ese año, Soublette se estableció en Río Chico, en espera de refuerzos y material de guerra de Guayana.
En 1822 fue intendente del departamento de Venezuela y se encargó de la dirección de la guerra en la provincia de Coro, donde operaban fuerzas realistas bajo el mando del mariscal de campo Francisco Tomás Morales. El 20 de julio de ese año sorprendió y destruyó en Mitare la mejor parte de la caballería realista. Morales se retiró a Coro. El 7 de septiembre fue derrotado por Morales en el combate de Dabajuro. En 1824 recibió el nombramiento de intendente del departamento de Magdalena, por renuncia de su titular el general Mariano Montilla. El 3 de marzo de 1825, por renuncia del general Pedro Briceño Méndez, fue nombrado secretario de Guerra y Marina de la República de Colombia, con sede en Bogotá. El mismo año fue candidato a la vicepresidencia de la República. En 1828 acompañó a Bolívar como secretario general en Bucaramanga (Colombia) y en 1829 fue elegido diputado por la provincia de Carabobo al Congreso Admirable, que se reunió en Bogotá a comienzos de 1830. Soublette no asistió al Congreso y permaneció en Caracas como jefe de Estado Mayor del departamento del Norte de Venezuela, funciones que desempeñaba desde 1928. En enero de 1830, al producirse la separación de Venezuela de la República de Colombia, fue nombrado secretario de Guerra y Marina de Venezuela.
En 1834 fue postulado candidato a la presidencia de la República. Los otros candidatos eran los generales Bartolomé Salom y Santiago Mariño, el abogado Diego Bautista Urbaneja y el doctor José María Vargas, siendo este último el vencedor. Entre 1835 y 1836 fue ministro plenipotenciario y enviado extraordinario en Inglaterra y España con la misión de pedir a dichos estados el reconocimiento de la independencia de Venezuela. En 1837 fue elegido vicepresidente de Venezuela y asumió la primera magistratura por haber renunciado Vargas en 1836. Ejerció este cargo hasta el 28 de enero de 1839 y el 28 de enero de 1843 asumió nuevamente la presidencia cuando los sufragios le dieron el triunfo. Entregó el poder el 20 de enero de 1847 al vicepresidente de la República Diego Bautista Urbaneja, de quien lo recibió el 1 de marzo de 1847 el nuevo presidente José Tadeo Monagas. En 1848 se hallaba en su hato en Chaguaramas cuando, el 24 de enero se produjo el atentado contra el Congreso, hecho que indujo al levantamiento en armas de José Antonio Páez, a quien se unió como jefe de Estado Mayor. Derrotado con su jefe en la Batalla de Los Araguatos el 12 de marzo de 1848, emigró a Nueva Granada y se radicó en Santa Marta.
En 1858 regresó a Venezuela por invitación del Presidente Julián Castro. En 1860 fue senador por la provincia de Caracas y luego secretario de Estado en el gobierno de Pedro Gual en 1861. Después del triunfo de la Federación, se apartó de la vida pública, para volver a ella, breve tiempo antes de su muerte, en el gobierno de los "azules", con José Ruperto Monagas (1869-1870). Fue masón en grado 33 y ejerció el cargo del Supremo Gran Consejo entre 1850 y 1865.
Muere el 11 de febrero de 1870. Sus restos fueron sepultados en el Panteón Nacional el 7 de febrero de 1970.






15 de Diciembre: Duelo por la muerte de José Francisco Bermúdez.

Nace en San José de Areocuar (Edo. Sucre) el 23.1.1782. Muere en Cumaná (Edo. Sucre) el 15.12.1831 General en jefe del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia. Fueron sus padres Francisco Antonio Bermúdez de Castro y Casanova y Josefa Antonia Figuera de Cáceres y Sotillo. A los 28 años de edad se incorporó a la lucha por la emancipación de Venezuela A raíz de la capitulación del general Francisco de Miranda ante las fuerzas realistas el 25 de julio de 1812, tuvo que emigrar a Trinidad. En 1813 formó parte del grupo que bajo el mando de Santiago Mariño, invadió las costas orientales de Venezuela para llevar a cabo la campaña con la cual se dio libertad a esa parte del país. En 1814 fue ascendido a coronel, y como tal acompañó al general Mariño en el auxilio que prestaron sus fuerzas a Simón Bolívar en el occidente.
Sigue en todas las operaciones de Oriente, combate en Angostura y en octubre de 1817 es nombrado Comandante General de la Provincia de Cumaná. En sus acciones sobre esta plaza debe señalarse una frase feliz dicha a un curioso compañero. Era éste un oficial bonapartista de nombre Persat, quien voluntario desde Angostura, al sufrir los rigores de la campaña y ver el trato dado a los prisioneros, optó por pedir su baja. Bermúdez le dijo: "ya le había dicho, que entre las guerras hechas por usted y las de nosotros no existe relación!". En julio de 1818 actúa sobre Güiria en combinación con Brión, y la ocupa mediante acciones personales de gran valentía.
Fracasa en Carúpano y Río Caribe (1818); regresa a Angostura y con el nombramiento de General en Jefe, recibe el Ejército de Mariño. Marcha sobre Barcelona para reunirse con Urdaneta; más éste había ya abandonado la ciudad y Bermúdez debe hacerse fuerte en ella para resistir a Pereira que se le encima. Agotadas las municiones se retira en orden a pesar de la persecución enemiga y aún más, pasa al alcance del cañón realista en Cumaná y sigue por Cumanacoa, Aragua de Maturín hasta Maturín.
Cumple las órdenes concernientes al armisticio y aprovecha para ir a Angostura, donde recibe las instrucciones para actuar sobre Caracas. Al decir de su edecán Mejía, cuando supo que debía entrar en Caracas el 15 de mayo de 1821, dijo: "Juro por la Patria que el mismo quince estoy en la capital o no existo".
El momento estelar, para decirlo con la frase de Zweig, llega para Bermúdez en la preparación de Carabobo.
Bolívar escribía: "Si usted (el Vice-Presidente) logra atraer sobre el Ejército de Oriente en Caracas o en los Valles de Aragua y entretener por algún tiempo alguna división respetable del enemigo, la campaña está decidida a nuestro favor, porque el resto del ejército español no puede resistirnos".
Nunca se dieron instrucciones tan celosa y brillantemente cumplidas. Bermúdez con unos 1.200 hombres cruza el Unare el 1º de mayo (el mismo día que rezaba en sus órdenes), evita las fortificaciones realista de Tacarigua y pelea al Batallón "Hostalrich" (450 hombres) el 8 en la Boca de Caño Amarillo. Entra en Caucagua el 11 y el 12 vence a los realistas mandados por Hernández Monagas y De Bolet, en el sitio de El Rodeo, cercano a Guatire. (Ver: Batalla de El Rodeo) Apresura la marcha y entra en Caracas el 14 o sea un día antes del límite fijado. Sigue a La Guaira. Regresa a Caracas y marcha sobre los Valles de Aragua. El 19 y 20 entre Laguneta y El Consejo bate al Brigadier Correa y ocupa La Victoria. Conocidas por la Torres las operaciones de Bermúdez y la ocupación de Caracas, primero envía al segundo de Valencey y luego retrocede, es decir, abandona su plan, hacia Valencia desde donde envía a Morales sobre Caracas. El 24 de mayo éste, con unos 2.000 hombres combate a Bermúdez en Las Lajas. Escaso de municiones y en inferioridad numérica se retira y abandona Caracas el 26. Es seguido por el Brigadier Pereira mientras Morales regresa a marcha forzada llamado por La Torre. Reforzado Bermúdez, cae sobre el Comandante Lucas González y lo derrota el 14 de junio. El 19 entra en Petare. El 23 combate a Pereira en El Calvario y tras sangriento combate huyó hacia Guarenas y Santa Lucía. Pereira no lo persigue pues está mejor informado que Bermúdez y Soublette (quien acompañándolo no ha hecho sino reunir críticas), de lo que puede ocurrir en Valencia. Sabedor de Carabobo se dirige a La Guaira, de donde busca salir para Puerto Cabello. Entre tanto, Bolívar llega a Caracas el 28 de junio.
La misión encomendada fue cumplida a cabalidad y pudo ser así gracias a las cualidades del Jefe Oriental.
De Caracas, Bermúdez es enviado a cerrar el sitio de Cumaná. Con actividad increíble y con riesgos personales enormes, lleva el sitio desde septiembre de 1821 hasta rendirla el 16 de octubre. El 18 se presentó una escuadra con Laborde a socorrer la plaza ya en poder de Bermúdez. Se entrevistó éste con el Jefe español y hasta el ofreció banquete. !Que la regularización de la guerra había rescatado la caballerosidad!.
Bermúdez durante el sitio había recibido sus despachos de General en Jefe. Justo reconocimiento de tan valiosos servicios. En 1822 lleva auxilios al Ejército sitiador de Puerto Cabello y en 1823 abre operaciones en Río Hacha; por la Goajira llega a los Puertos de Altagracia el 13 de agosto. Su presencia obliga a Morales al cumplimiento inmediato de la capitulación. De regreso colabora con Páez en la toma de Puerto Cabello. En 1826 solicita licencia y se retira a su hacienda de La Soledad en Güiria. En 1828 es llamado al servicio y derrota a los Monagas en Cumanacoa. En 1830 fue de nuevo Intendente y Comandante General del Departamento. El decreto de 24 de junio lo coloca en situación de retiro y el 15 de diciembre de 1831 muere víctima de un pistoletazo que le disparara un joven Berrizbeitia.
Quien había desafiado con el coraje más firme todos los plomos enemigos de la Patria debía morir a manos de un coterráneo y por causas todavía discutibles.
Si jefe es quien está a la cabeza, quien da ejemplo de sacrificio, valor y tenacidad, Bermúdez es sin duda uno de los grandes jefes de su tiempo.
El parroquialismo de la época, su complexión sanguínea, una cierta supervaloración de su yo, su instrucción mediana, lo hicieron en muchas ocasiones reñir con sus iguales, negar obediencia a quien le era superior, desconocer los peligros a que su actitud, contraria a la unidad y al principio de masa exponía a la República. Sólo sabía que la guerra era violencia y en ella la moderación cosa culpable…
Su crueldad sólo mitigaba por lo largo de la guerra, puede meterse, en parte, con los factores que lo empujaban a la desobediencia. Debemos apuntar el deseo de vengar la muerte de su hermano como causal de robustecimiento de esos factores. Recordemos que Bernardo Bermúdez estuvo preso cuatro meses antes de sufrir la muerte.
De todas sus acciones, sin duda alguna, aquella que afirma en sus hombros, delante de sus contemporáneos y para la historia, las insignias del generalato, es la conducción de la operación sobre Caracas, llamada Diversión de Bermúdez. Ella solo basta para su gloria y ella conducida como sólo él podía hacerlo, contribuye en la medida prevista por Bolívar al triunfo de Carabobo.






17 de Diciembre: Duelo por la muerte del Libertador Simón Bolívar.

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón Bolívar, (Caracas, 24 de julio3 de 1783 — Santa Marta, República de Nueva Granada, 17 de diciembre de 1830)
El 17 de diciembre de 1830, en la Quinta «San Pedro Alejandrino», cerca de Santa Marta (Colombia), dejó de existir el Genio de la Libertad, el más Grande Hombre de América. A la 1 en punto de la tarde, «murió el sol de Colombia», Simón Bolívar. Había recibido de manos del Cura de la aldea de Mamatoco los Santos Sacramentos. Después de haber dado libertad a tantos millones de suramericanos, Bolívar se halla en su último instante muy solo. Apenas le rodean Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José Laurencio Silva, Portocarrero, el edecán Wilson, Ibarra, Cruz Paredes, José María Carreño...
El médico de cabecera Alejandro Próspero Reverend, viendo que llegaba el momento supremo los llamó y les dijo: «Señores, si queréis presenciar los últimos momentos y postrer aliento del Libertador, ya es tiempo». Pero, indudablemente, Bolívar continúa vivo en el corazón de los pueblos, en la ideas que parecen escritas para nuestros días, en las acciones que son permanente ejemplo para todos aquellos que sienten de verdad lo que es una patria redimida. El Sol de Colombia sigue brillando.
Bolívar lo vivió. Destituido de todos sus cargos por la oligarquía grancolombiana —asesinado, antes, su noble amigo el mariscal Sucre que ganara en los Andes, en 1824, la última batalla de la Independencia y es necesario decir que nunca se supo quién le preparó la emboscada de la muerte—, fue abandonado, Bolívar, a su suerte. Camino de su destierro a Venezuela, sublevada ya ante su posible llegada porque iba precedido de la apelación de dictador, Bolívar no tuvo a su lado nada más que un grupo de amigos: contados con los dedos.
Enfermo, le curaba el médico francés Alejandro Prospero Reverend. Arribado a la ciudad costeña de Santa Marta, el Libertador no encontró techo de recepción nada más que en la casa de un español: Joaquín de Mier. Ya próximo a la muerte se refugió en la Quinta de San Pedro Alejandrino. Esta mansión pertenecía, también, al mismo español. En San Pedro Alejandrino pronunció aquella invocación a la ironía: "Jesucristo, Don Quijote y yo hemos sido los más insignes majaderos de este mundo".
Los últimos dos años de la vida de Bolívar están llenos de amargura y frustración. Hizo un balance de su obra, comprobando que lo más importante quedó sin hacer mientras lo hecho se desmoronaba. La independencia integral de América, el plan para llevar las tropas libertarias a Cuba, Puerto Rico y Argentina, que se aprestaba a una guerra contra el imperio brasileño, o a la España monárquica, si fuera necesario, quedaban como lejanas utopías imposibles de realizarse. La confederación grancolombiana, o la andina, o la anfictionía americana, todo eso que estuvo a punto de cumplirse, debía posponerse ante otro tipo de problemas inmediatos: fuerzas del Perú invadieron el Ecuador, y su expulsión le llevó casi todo 1829. El general José María Córdova, uno de sus más cercanos amigos, dirigió una revuelta y fue asesinado. El general Páez, desobediente y desleal, se le insubordinó también y declaró la separación de Venezuela. Se vio obligado a expulsar de Colombia a Santander, antes uno de sus mejores aliados. A comienzos de 1830, Bolívar regresó a Bogotá para instalar otra vez un Congreso Constituyente; ante esa soberanía, renunció irrevocablemente. Ahora sólo deseaba irse lejos de Colombia, a Jamaica o a Europa, aunque vaciló y pensó que bien valía la pena comenzar de nuevo, reuniendo a sus leales en la costa colombiana. Varios sectores del ejército se levantaron, esta vez en su favor, pero ya era tarde. Cada vez más enfermo, logró llegar a Cartagena a esperar el buque que lo alejaría de tanta ingratitud. Para su mayor desgracia, recibió en Cartagena la noticia de que Sucre, el más capaz de sus generales y tal vez el único que podía sustituirlo, había sido asesinado en Berruecos, a los 35 años de edad.

Contemporizando con la muerte que ya se anunciaba, aceptó la hospitalidad que le ofrecía el generoso español Joaquín de Mier, para llevarlo a su finca, un trapiche llamado San Pedro Alejandrino, en las proximidades de Santa Marta, a descansar. Tradicionalmente se ha dicho que Bolívar estaba tuberculoso, pero algunos médicos sostienen hoy día que una amibiasis le atacó el hígado y los pulmones. Dictó testamento el 10 de diciembre de 1830. Ese mismo día emitió su última proclama pidiendo, rogando por la unión. Siete días después, a la una de la tarde, como dijo el comunicado oficial, «murió el Sol de Colombia». Vivió 47 años, 4 meses y 23 días. Sepultado en la iglesia mayor de Santa Marta, allí quedó su corazón, en una urna, cuando los restos fueron llevados a Caracas doce años después.

Un recuento de su obra militar no encuentra similar en la historia de América. Participó en 427 combates, entre grandes y pequeños; dirigió 37 campañas, donde obtuvo 27 victorias, 8 fracasos y un resultado incierto; recorrió a caballo, a mula o a pie cerca de 90 mil kilómetros, algo así como dos veces y media la vuelta al mundo por el Ecuador; escribió cerca de 10 mil cartas, según cálculo de su mejor estudioso, Vicente Lecuna; de ellas, se conocen 2939 publicadas en los 13 tomos de los Escritos del Libertador; su correspondencia está incluida en los 34 tomos de las Memorias del general Florencio O'Leary; escribió 189 proclamas, 21 mensajes, 14 manifiestos, 18 discursos y una breve biografía, la del general Sucre. Personalmente, o bajo su inspiración, se redactaron cuatro Constituciones, a saber: la Ley Fundamental del 17 de diciembre, creadora de Colombia (Angostura); la Constitución de Cúcuta (1821); el proyecto de Constitución para Bolivia (1825); y el decreto orgánico de la dictadura (1828). No tuvo tiempo para completar su obra magna: la unidad política de Latinoamérica, la liberación de Cuba y Puerto Rico, el apoyo a Argentina contra el imperio brasileño, la Confederación Andina (1825), la ayuda a la propia España para liberarse de los monarquistas (1826), en fin, el establecimiento de una sociedad utópica, donde se logre «la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política» (1819). En 20 años de intensa vida política, 7538 días de actividad revolucionaria, a partir de su misión diplomática a Londres (1810) y hasta su deceso en Santa Marta, casi no hubo día en que no redactara una carta o emitiera un decreto, o que recorriera 13 kilómetros diarios en promedio.

América ha reconocido a Bolívar como el paradigma y símbolo más querido de su identidad y soberanía. En 1842 el Congreso de Venezuela dispuso que las cenizas del Libertador fueran trasladadas con toda pompa de Santa Marta a Caracas y reposan hoy en el magnífico Panteón Nacional. En 1846 Colombia puso la estatua de Pietro Tenerani en el centro de Bogotá. En 1858 Lima le erigió una estatua ecuestre, reconociéndolo como Libertador de la nación peruana.

En 1891 Santa Marta puso una estatua de mármol junto a la Quinta de San Pedro Alejandrino. Ya desde la segunda mitad del siglo XIX se le levantaron monumentos en casi todas las ciudades importantes de América y en muchas de Europa. Se cumplió así la insuperable sentencia de Choquehuanca: «Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina».





22 de Diciembre: Natalicio de Teresa Carreño.

María Teresa Gertrudis de Jesús Carreño García, fue una pianista, cantante y compositora venezolana nacida en Caracas el 22 de diciembre de 1853 y fallecida en Nueva York el 12 de junio de 1917. Ha sido denominada por muchos expertos como la pianista más prolífica de América Latina durante los siglos XIX y XX, y una de las mujeres pianistas y compositores más importantes para el mundo, sobre todo tomando en cuenta que era muy raro en su época que las mujeres se dedicaran a su oficio.
Más conocida como Teresa Carreño, a lo largo de su vida se presentó en los mejores teatros de ciudades como Nueva York, París, Berlín y Milán, y muchas otras ciudades de Europa, América, África y Australia, realizando interpretaciones apasionadas y fulgurantes de Beethoven, Liszt, Chopin, Schumann, Brahms, Grieg, Rubinstein, Paganini, Weber, Richard Strauss, Tchaikovski, Serge Prokoffiev, Igor Stravinsky, Sergé Rachmaminoff, entre otros. Por más de medio siglo estuvo en contacto con los músicos y personalidades más importantes de su época y recorrió el mundo con su piano.

Fue hija de Manuel Antonio Carreño, sobrino de Simón Rodríguez, y Clorinda García Sena y Toro, sobrina de la esposa del Libertador Simón Bolívar. Teresa Carreño comenzó sus estudios musicales desde muy temprana edad. A los cinco años practicaba con los más de 500 ejercicios compuestos por su padre y que se paseaban por las dificultades rítmicas y técnicas más importantes. A los seis años vio publicada su primera obra dedicada a su maestro Gottschalk, agotada en tres ediciones sucesivas en un sólo año.

El año 1862 la familia Carreño debe abandonar Venezuela por la difícil situación política y económica que atravesaba el país. El 1 de agosto de 1862 la familia parte a Nueva York dejando a Emilia, quien se queda para contraer nupcias. Llegan a la ciudad estadounidense el 23 de agosto, e inmediatamente Teresita comienza a dar pequeños conciertos privados a amigos de la familia, dando a conocer sus progresos con el piano y acrecentando su fama entre las elites Teresa Carreño a los 8 años.

A los 9 años debuta como solista con la Orquesta Filarmónica de Boston y con la Sinfonica de Londres. A los 13 años, Teresita se encuentra con su familia en París, donde conoce a celebridades como Rossini, Gounod, Ravel, Debussy y Vivier. En el salón de madame Erard tiene la oportunidad de tocar con Franz Liszt, quien queda asombrado con las facultades interpretativas de la niña. Desde esa corta edad realizó giras en Cuba presentándose en La Habana, Matanzas y Cárdenas. También se presentó en Filadelfia, Miami y Baltimore, entre otras ciudades. Con el mismo éxito debutó en París el 3 de mayo de 1866, y a esta le siguieron varias presentaciones que le permitieron introducirse en el medio musical de la capital francesa. En uno de estos conciertos conoce al compositor italiano Gioacchino Rossini, al gran pianista Hugh Laurié y la cantante de ópera Adelina mezzosoprano en su debut de la opera Los hugonotes de Giacomo Meyerbeer.

En 1866 muere su madre por epidemia de cólera; sin embargo, esto no la detiene y viaja a España donde ofrece conciertos en diversas ciudades, y posteriormente se traslada para volver a Estados Unidos y continuar su gira de conciertos.

En 1862, a sus 19 años, contrae matrimonio con Emile Sauret, violinista hábil pero irresponsable y débil de carácter. El 23 de marzo del año siguiente nace Emilia Sauret Carreño, producto de ese matrimonio. Teresa se ve obligada a dejar a su hija al cuidado de la señora Bichoff, una amiga alemana, lo que le permite iniciar su gira con su esposo. Dicha gira resultó un fracaso, y eso aunado a la pérdida del segundo hijo de Teresa, lleva a la separación irreparable del matrimonio. Por estos días también fallece su padre don Manuel Antonio Carreño, que sume a Teresa en una fuerte crisis económica, que no permite cubrir los gastos que implica la crianza de su hija. Le explica esta situación a su «amiga» la alemana Bichoff; y ésta le propone adoptar a la niña con la condición de que Teresa no la viese más; la pianista no tuvo otra opción que aceptar la propuesta.

Entre las piezas más conocidas compuestas por la pianista, se encuentran:

El vals de Teresita, dedicada a una de sus hijas
La cesta de flores, op. 9
Marcha fúnebre op. 11
La oración, op. 12, en consecuencia con la muerte de su madre
Himno a Bolívar
Saludo a Caracas
Himno al ilustre americano
Mazurca de salón
Une revue à Prague
La nota falsa
Balada op. 15
Danza venezolana.
"Cuarteto para cuerdas en Bb"
"Nocturnos"





25 de Diciembre: Día de Navidad (Nacimiento de Jesús)


La conmemoración del nacimiento del Hijo de Dios ha originado en todo el mundo Cristiano una de las festividades más entrañables y llenas de significado para el espíritu humano.
En Venezuela, igual que en la mayoría de los países que la celebran, la Navidad es motivo de encuentros familiares, brindis por la paz y la prosperidad, interpretación de música especial:- aguinaldos y gaitas, en nuestro país- y preparación de elaborados manjares y bebidas.
El clima se suaviza, el cielo es más transparente y diferentes especies tienen su momento de floración. Una de las flores más populares tiene hermosas y grandes flores rojas o blancas, es la que se utiliza para decorar en estas fiestas, su nombre es "Poisentia" y popularmente se la conoce con el nombre de "Navidad".
En las ciudades, las conmemoraciones religiosas se han ido reduciendo al recinto de las iglesias católicas en las cuales se instalan elaborados pesebres y grandes arreglos de flores de Navidad y se celebran las misas dominicales y la misa de media noche el 24 de diciembre, con música de aguinaldos y fuegos artificiales.
Los centros de compras, avenidas principales, plazas y zonas comerciales, son adornados con múltiples luces y grandes pinos artificiales profusamente decorados.









28 de Diciembre: Duelo por la muerte de Fermín Toro.


Fermín Toro (nombre completo, Fermín del Toro y Blanco) (El Valle, 14 de julio de 1806 - Caracas, 23 de diciembre de 1865) fue un político, diplomático, literato y educador venezolano. El escritor español Pedro Grases lo incluyó a él dentro de un grupo de hombres notables a quienes llamó la generación de 1830. Otros personajes importantes de esa generación fueron Juan Vicente González, Juan Manuel Cagigal, Rafael María Baralt, Valentín Espinal, Luis D. Correa y José Antonio Maitín. Esta generación tuvo un papel muy destacado dentro de la política y las letras venezolanas; a pesar de contar muchos de ellos únicamente con una formación autodidáctica como consecuencia de la guerra de independencia que asoló al país durante varios años.

En 1839 fue nombrado secretario de Alejo Fortique en la misión diplomática que el gobierno le confió a éste en la corte inglesa. Fermín Toro permaneció hasta 1841 en Londres, donde perfeccionó sus conocimientos políticos y sociológicos, sin dejar a un lado su producción literaria. Una vez en Caracas, ocupó el cargo oficial mayor del Ministerio de Hacienda, donde ejercitó sus conocimientos de economía y elaboró entre 1842 y 1844, su obra Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834, publicada en 1845. Durante este período se dedicó a la docencia y a colaborar con artículos literarios en los periódicos de la época, a la vez que se incorporó al grupo que dirigía El Liceo Venezolano, importante institución científico-literaria. En 1842 publicó por entregas la novela Los Mártires, considerada como la primera novela producida en el país; además de la misma escribió La viudad de Corintio y La Sibila de los Andes. Este mismo año presidió la comisión encargada de preparar en Caracas las honras fúnebres al Libertador, con motivo del traslado de sus restos desde Colombia, convirtiéndose además en el cronista que narró el acontecimiento al escribir la Descripción de los honores fúnebres consagrados a los restos del Libertador Simón Bolívar.
En 1844 fue a Nueva Granada como Ministro Plenipotenciario, con la finalidad de negociar un acuerdo sobre sus problemas limítrofes. El I de abril de 1846 Fermín fue ratificado como Ministro Plenipotenciario para efectuar en Madrid canje de ratificaciones relacionadas con el acuerdo de paz del 30 de marzo de 1845 entre España y Venezuela. Posteriormente, Fermín Toro viajó a España y llevó a cabo su cometido el 22 de junio de 1846, después de haber sido recibido el día 19 por la reina Isabel II. En abril de 1847 regresó al país, siendo nombrado de inmediato ministro de Hacienda por el presidente José Tadeo Monagas debido a la renuncia de José Félix Blanco. Al año siguiente se incorporó a las Cámaras Legislativas como diputado por Caracas, pero ante el asalto al Congreso del 24 de enero de 1848, renuncia a su cargo.
En tal sentido, son célebres sus palabras dirigidas a quienes le solicitaron de parte del presidente Monagas (autor del asalto) volver al Congreso: «... Díganle ustedes al general Monagas que mi cadáver lo llevaran, pero que Fermín Toro no se prostituye...» A partir de este momento se retiró de toda actividad política, residenciándose en los Valles de Aragua, donde se dedicó a labores agrícolas y ganaderas, así como a profundizar sus conocimientos de botánica.

Años más tarde, participó en la Revolución de Marzo de 1858 encabezada por Julián Castro que derrocó a José Tadeo Monagas. Durante el gobierno de Castro Fermín Toro fue ministro de Hacienda y luego de Relaciones Exteriores. En este último cargo le tocó resolver el conflicto diplomático surgido en torno al cumplimiento del Protocolo Urrutia, el cual se comprometía a garantizar la integridad de las legaciones de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Brasil, los Países Bajos y España. A mediados de 1858 fue miembro de la convención Nacional de Valencia, la cual presidió y donde pronunció uno de sus más conocidos discursos sobre la forma de gobierno centro-federalista. Mientras se desarrollaba la Guerra Federal en 1860, fue enviado en misión diplomática a España, Francia e Inglaterra, con la finalidad de explicar la muerte y confiscación de bienes ciudadanos de estos países como consecuencia del conflicto bélico que estaba viviendo en territorio venezolano. En 1862, regresó y se retiró de manera definitiva de la escena política. Durante esta última parte de su vida, se dedicó a realizar investigaciones botánicas, cuyos manuscritos fueron recogidos y analizados por Adolfo Ernst en 1872, y a estudios sobre lenguas indígenas. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 23 de abril de 1876.

Fermín Toro murió a causa de una enfermedad en Caracas el 23 de diciembre de 1865. Al enterarse de su muerte Juan Vicente González, amigo suyo, le escribió una Meseniana donde lo califica como El último venezolano y se lamenta de su defunción.

 A continuación algunos extractos de esa Meseniana:11
Es medianoche. Silencio dulce y triste envuelve la tierra adormecida. La luna pálida va visitando las dispersas nubes; las estrellas del cielo se miran en los ríos; las cimas de los árboles se estremecen, murmuran y parecen pensativas... Aún está más triste mi corazón. En vano un aire fresco acaricia las hojas, el otoño imita en vano las galas de la primavera y flores de color recogen en sus tiernos pétalos las gotas de rocío. ¿Qué nuevas desgracias amenazan a mi patria? ¿Qué reciente crimen se ha cometido en nombre de la santa libertad?
Es que acaba de abrirse una tumba, y ha caído en ella el último venezolano, el fruto que crearon la aplicación y el talento, y que sazonó la paz, en los envidiados días, que para siempre huyeron, de gloria nacional. ¡Llorarle es afligirse por los destinos de un pueblo, condenado a vivir de la ceniza de sus días pasados!
¿Cómo logró su espíritu abarcar el círculo inmenso de los conocimientos humanos? Las ciencias morales y políticas, las metafísicas, a que no basta la vida; las ciencias naturales, que fueron consuelo de sus últimos años, todo lo dominó su inteligencia vasta ¡Qué aptitudes! ¡Cuántos talentos que harían la gloria de muchos hombres!
La naturaleza le había hecho orador. Con la firmeza, flexibilidad y energía que distinguieron su palabra, con el brillo y magnificencia de lenguaje, inseparables del fuego de su corazón, viósele siempre del partido de las nobles y generosas causas. (...) Como político, Toro fue de esos espíritus ideales que sueñan hermosas teorías sobre el cabo de Sunium o en los jardines de la Academia. Abrasaba su alma el amor de la libertad, llama celeste, y el amor de los hombres, que en él no se debilitó jamás. Cuando el demonio tentador de la gloria, el odio a la injusticia, la impaciencia de vengar los ultrajes a la patria, le arrastraron a ardientes polémicas o a peligrosas resoluciones, su espíritu, en emoción perpetua, se esparcía sobre todos los objetos, colorando las palabras, animando y engrandeciendo los hechos.
¡Yo te saludo, amigo; no en esa fosa estrecha, sino en los espacios luminosos, donde innumerables astros giran con desconocida armonía sobre este pequeño túmulo que llamamos nuestro universo!
(Juan Vicente González, Meseniana a Fermín Toro)

Fermín Toro escribió artículos para los periódicos El Liberal (1837) y El Correo de Caracas (1839), usando para ello su propio nombre o los seudónimos Emiro Kastos o Jocosías. En 1842 se incorporó como redactor al grupo que dirigía El Liceo Venezolano; donde publicó artículos costumbristas y políticos e hizo comentarios a las obras de Rafael María Baralt y de Agustín Codazzi.

Sus escritos abarcan el ensayo, la oratoria, la narrativa; la crónica y la poesía. Algunas de estas obras son:
Ensayo
Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834. En este escrito publicado en 1845 Toro reflexiona sobre los males que causaba dicha ley e incluso dice: «…la libertad absoluta de la usura y los remates judiciales sin restricción alguna en favor de los deudores son perjudiciales a los intereses morales y materiales de Venezuela…».
Los estudios filosóficos en Venezuela, Europa y América.
Cuestión de imprenta.
Ensayo gramatical sobre el idioma guajiro, cuyos manuscritos fueron recogidos y analizados por Adolfo Ernst en 1872.
Narrativa
Los Mártires publicado por entregas en 1842. Considerada como la primera novela producida en Venezuela.
La Viuda de Corinto publicado en el diario el Liberal el 25 de julio de 1837. Cuento que es considerado como un antecedente de la narrativa fantástica, así como de la cuentística del horror en Venezuela.
La Sibila de los Andes.
Oratoria
Discurso ante la Convención de Valencia (1858). En él Toro defiende la forma de gobierno centro-federalista.
Crónica
Descripción de los honores fúnebres consagrados a los restos del Libertador Simón Bolívar (1842) de estilo neoclásico.
Por otra parte Fermín Toro fue autor de varios poemas. Pedro Grases considera que Toro escribió sus poemas “con más fuerza conceptual que fortuna en la inspiración”. Además Fermín Toro redactó en 1863 el prefacio al Manual de Historia Universal de Juan Vicente González.








28 de Diciembre: Día de los Santos Inocentes.


         
El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
La iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con los Evangelios, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los Reyes Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.
En Hispanoamérica y en España es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive en todo el mundo hispanohablante.
En Venezuela  el Día de los Santos Inocentes se convirtió a través de los años en una festividad jocosa, en el que la idiosincrasia del venezolano se hizo presente transformando este fatídico hecho del cristianismo en toda una tradición cultural, que va desde las más simples bromas hasta los engaños más con el fin de lograr asustar, y así hacer de este un día inolvidable para las víctimas.






  

     28 de Diciembre:  Día de San Benito


San Benito de Palermo y los Chimbángles. El culto a San Benito de Palermo se realiza en muchas regiones de Venezuela, pero es quizás en el Estado Zulia donde se lleve a cabo con mayor fervor.

Probablemente sea en el sur del Lago de Maracaibo donde alcance su máximo esplendor por la multitudinaria participación de la población y la esmerada elaboración del ritual. Tiene su momento culminante los días 27 y 28 de diciembre y finaliza el 6 de enero. San Benito, Patrón de Palermo, también conocido como el Moro, era hijo de negros esclavos manumitidos. Nació entre 1524 y 1525 en el pueblo siciliano de San Fratello, murió a finales del siglo XVI (1589) en la ciudad de Palermo y su culto se extiende actualmente por las comunidades de esclavos negros americanos.

Los Chimbángles o Chimbángueles posiblemente sean una síntesis producida en tierras venezolanas de antiguas culturas africanas de diversas y desconocidas procedencias. Las culturas –Ewe Fon, de Dahomey (Togo, Benin), Efik, y Efok (Nigeria) e Imbangala (Angola), trasplantadas a esta región por el régimen esclavista, logran ensamblar en este rito, colmado de música frenética y danza, una manifestación auténtica que irradió la fuerza y la energía de esta tradición desde el sur del Lago de Maracaibo a varios lugares de Venezuela y Colombia.

También, entre los Efik y Efok al sur de Nigeria, las mujeres rinden culto a una divinidad llamada Ajé, a la que exclaman “alebant, alebant”. Igualmente en los Ashanti, en Ghana, cada veintiún días celebraban fiestas a los Adaé o deidades. Estos antiguos ritos africanos, de carácter inicialmente masculino, los relacionan algunos ancianos con los cantos y bailes devocionales -gaitas de tambora- que en honor a San Benito, se realizan en el sur del lago de Maracaibo. Las gaitas de tambora, que se mantienen hasta nuestros días con múltiples variaciones, son ejecutadas esencialmente por las mujeres de esos pueblos en la madrugada del 27 de diciembre, día de San Benito. Sus ritmos, venidos de los ancestros africanos, evolucionaron, siguieron mezclándose e influyeron, decisivamente -a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX en los antiguos parrandones zulianos que han derivado en la gaita zuliana moderna. La exposición de los Chimbángueles, que ahora presenta el Museo de América de Madrid en colaboración con la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en España, trata de aproximar fotográficamente el complejo mundo de estos rituales en torno al San Benito de Palermo, en Venezuela. A través de un registro fotográfico, realizado durante ocho años por el fotógrafo venezolano Luis Trujillo en los pueblos de Bobures, El Batey, Las Dolores y Ceuta, en el sur del Lago de Maracaibo, se intenta mostrar que los Chimbángueles no solo nos revelan un acontecimiento ritual, sino también una impresión estética y el testimonio de la cultura afroamericana. Todas las comunidades visitadas nos sorprenden con una serie de golpes de tambor y de bailes, o con sus propias cadencias musicales de profundos significados, que exaltan hasta el paroxismo la veneración sacra, y actualmente continúan siendo el instrumento de cohesión y resistencia frente a la aculturación que la globalización impone. La muestra presenta imágenes inmersas dentro de una línea fotográfica documental y artística donde la realidad absoluta ha cedido sus privilegios a la libertad del fotógrafo. En el Estado Trujillo,tambien es venerado con mucho fervor al santo negro el 25 de Diciembre en Betijoque y localidades como pampan y monay en los ultimos años se ha convertido en punto de encuentro para festejar las fiestas del santo negro en las fechas 22 de enero y 31 enero.donde convergen los diferentes santos de los municipios del zulia y el Estado Trujillo,llegando a reunir hasta 10 chimbangles.