Actualmente el uso de la electricidad es
fundamental para realizar gran parte de nuestras actividades; gracias a este
tipo de energía tenemos una mejor calidad de vida.
Con tan solo oprimir botones obtenemos luz,
calor, frío, imagen o sonido. Su uso es indispensable y difícilmente nos
detenemos a pensar acerca de su importancia y de los beneficios al utilizarla
eficientemente.
Ante
toda esta situación energética, los aumentos globales del consumo de energía eléctrica
y en las tarifas eléctricas, el derroche de energía eléctrica en casas y oficinas,
su mal uso, la despreocupación que se tiene sobre la misma, la falta de
mantenimiento y los altos requerimientos de inversión para mantener y mejorar
dicho servicio; ha hecho impostergable, entonces, la necesidad de plantear una
política de ahorro de energía a todos los niveles, para tomar conciencia y
comenzar a optimizar el consumo de energía en el mundo.
El
excesivo consumo eléctrico en nuestro país proveniente, en gran parte, al
despilfarro innecesario por parte de clientes residenciales y empresariales,
quienes prestan o dan poca importancia al consumo racional y justo de los
equipos eléctricos utilizados, especialmente en el área de la iluminación y de
la refrigeración. Es alarmante observar repetidamente en distintos hogares y
empresas el encendido de luces, ventiladores y aires acondicionados en una
determinada habitación o sala de estar, sin que nadie los esté usando. Así
mismo, el uso de iluminación externa en las afueras de oficinas y casas en
horarios completamente inadecuados.
Esto
se traduce en un gasto energético inmenso, que cada vez va en aumento, producto
de la falta de un buen sentido del ahorro. Este gasto innecesario no sólo se ve
reflejado en las altas cantidades de dinero que los dueños de los hogares y
oficinas deben cancelar mensualmente debido al consumo eléctrico propio, sino
también en la pérdida de los recursos naturales (petróleo y/o gas natural) que
se necesitan para generar el tan preciado servicio eléctrico.
Ahorrar
y usar eficientemente la energía eléctrica, así como cuidar el medio ambiente,
no son sinónimo de sacrificar o reducir nuestro nivel de bienestar o el grado
de satisfacción de nuestras necesidades cotidianas, por el contrario, un cambio
de hábitos y actitudes pueden favorecer una mayor eficiencia en el uso de la
electricidad, el empleo racional de los recursos energéticos, la protección de
la economía familiar y la preservación de nuestro entorno natural.
A continuación consejos para el ahorro de energía suministrado por CORPOELEC: