Su hijo o estudiante no pronuncia bien ciertos fonemas... Conozca un poco de la dislalia infantil y cómo se detecta.


La dislalia infantil, la mala pronunciación de los niños, es un trastorno en la articulación de los fonemas. Es el trastorno del lenguaje más común en los niños, el más conocido y más fácil de identificar. Suele presentarse entre los tres y los cinco años, con alteraciones en la articulación de los fonemas.

Cuando un niño menor de cuatro años presenta errores en la pronunciación, está considerado como normal, ya que está cubriendo una etapa en el desarrollo del lenguaje infantil.

En esta etapa, la dislalia evolutiva no requiere tratamiento ya que el habla y la adquisición del lenguaje están todavía está en fase de maduración. Sin embargo, si los errores en el habla se mantienen más allá de los cuatro años, se debe consultar un especialista en audición y lenguaje.

La dislalia infantil evolutiva es la que tiene lugar en la fase de desarrollo del lenguaje infantil, en la que el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha y lo hace de forma incorrecta desde el punto de vista fonético. Tiene varias fases dentro del desarrollo del lenguaje del niño y finalmente termina cuando el niño aprende a pronunciar correctamente todos los fonemas.


Tipos de dislalia infantil

La dislalia infantil presenta tipos muy variados. Existen dislalias orgánicas, audiógenas, o funcionales.

1. La dislalia funcional: es la más frecuente y se caracteriza por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño desconoce o realiza incorrectamente el punto y modo de articulación del fonema. No sabe hacer vibrar la lengua para pronunciar bien la RR, y suele reemplazar la S por la Z, o la R por la D.

2. La dislalia orgánica: hace que el niño tenga dificultades para articular determinados fonemas por problemas orgánicos. Se presenta en los niños cuando presentan alteraciones en las neuronas cerebrales, cuando tienen alguna malformación o anomalías en los órganos del aparato fonador.


3. La dislalia audiógena: se caracteriza por dificultades originadas por problemas auditivos. El niño se siente incapaz de pronunciar correctamente los fonemas porque no oye bien. En algunos casos, es necesario que los niños utilicen prótesis.


¿Qué se recomienda?

Es imprescindible que el niño sea evaluado por un especialista terapista de lenguaje o psicopedagogo ... Esta se suele basar en la realización de ejercicios para perfeccionar la musculatura utilizada en la producción de sonidos. Así, se intenta que mejoren la articulación de las palabras, la utilización de la respiración, el ritmo en la pronunciación, la expresión...
Normalmente, se le plantean al niño en forma de juegos, para que le sea más sencillo y ameno adquirir estas nuevas habilidades. Para que la terapia sea eficaz es importante que los padres se impliquen y ayuden al niño también en su propio hogar.
Al ser evaluado y considerado por el especialista que posee está condición va a ir a sus terapias de lenguaje en cada sesión el terapista  trabajara algunos de los siguientes ejercicios:

Ejercicios de respiración.

Ejercicios de soplo.

Praxias labiales y linguales

Ejercicios de repetición

A continuación se deja una guía de ejercicios para su consideración:





La Música y fonética para la dislalia infantil

La música por su carácter lúdico representa una excelente manera de trabajar de forma grupal dentro del aula las particularidades que poseen aquellos que en ella participan, pero esto nunca puede excluir la ayuda personalizada que un especialista en terapia de lenguaje  puede proporcionar en caso necesario.

Para poder trabajar la fonética con libertad y sin miedo a la equivocación con niños de 5 a 7 años, es muy útil usar retahílas infantiles en las que intervengan palabras sin sentido, ya que además éstas presentan juegos fonéticos muy interesantes. Se deben practicar siempre con ritmo, así que las palmadas son un instrumento de percusión ideal para realizar el juego.

1.   Para trabajar la conciencia silábica, un ejemplo podría ser la famosa "Una dola, tela catola*" o la muy interesante "Una vieja-ja, mató un gato-to*", por el aislamiento y repetición de la última sílaba, que proporciona al niño conciencia silábica. Una página web muy interesante para obtener rimas y canciones en cualquier idioma es http://www.mamalisa.com/?t=sh



2.   Para reforzar aún más la memoria auditiva podemos utilizar algunas canciones que, bien por estar en otro idioma o bien por estar constituidas por onomatopeyas, no tienen sentido lingüístico, pero son una extraordinaria herramienta para potenciar el recuerdo fonológico. La famosa canción africana "Eram, Sam, Sam", a la que es muy fácil introducir movimiento, hace las delicias de todos los niños.

3.   Para trabajar los fonemas dentro de las palabras es muy práctico usar la lista de Quilis, incrementando la percepción sensorial por medio de los instrumentos. Ante dos palabras que sólo se diferencian en una letra podemos asociar una de las consonantes a un instrumento y las demás a otro, y así el niño debe tocar uno u otro en función del fonema que oiga, lo que le ayudará por otra parte a centrar completamente la atención. Otro ejercicio muy práctico en este caso para la discriminación del acento de la palabra es percutir un instrumento en la sílaba tónica correspondiente, cuando se contraponen palabras que sólo se diferencian en su acentuación, como por ejemplo esta-está o canto-cantó, etc.