Ha escuchado de la técnica de psicomotricidad. ¿Cómo puede ayudar al docente?, ¿Cómo puede beneficiar a sus hijos?
Se entiende como psicomotricidad a la intervención educativa
o terapéutica que tiene como objetivo el desarrollo de las habilidades
motrices, expresivas y creativas del niño a través del cuerpo, lo cual
significa que este enfoque se centra en el uso del movimiento para el logro de
este objetivo.
Al principio, era un conjunto de ejercicios utilizados para
corregir alguna debilidad, dificultad o discapacidad. Pero, hoy en día, ocupa
un lugar destacado en la educación infantil, sobre todo en los primeros años de
la infancia, ya que existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor,
el afectivo y el intelectual.
Pedagogos y psicólogos reiteran una y otra vez que el juego
infantil es una actividad mental y física esencial que favorece el desarrollo
del niño de forma integral y armoniosa. Mediante los juegos, los niños
consiguen entrar en contacto con el mundo y tener una serie de experiencias de
forma placentera y agradable. Jugar es investigar, crear, conocer, divertirse, descubrir, esto
es, la expresión de todas las inquietudes, ilusiones, fantasías, que un niño
necesita desarrollar para convertirse en adulto.
El juego presenta un sinfín de posibilidades educativas que
contribuye a la mejora del niño como ser humano. El juego va evolucionando
conforme se van desarrollando las edades más tempranas del niño, del mismo modo
que lo hizo la propia cultura humana, que, en sus fases primarias, tuvo en cada
organización social algo de lúdica, pues se desarrolló en las formas y con el
ánimo de un juego.
Por esta razón el juego es una actividad esencial para que el
niño se desarrolle física, psíquica y socialmente. El niño necesita jugar no
sólo para tener placer y entretenerse sino también, y este aspecto es muy
importante, para aprender y comprender el mundo.
Muchos psicólogos y pedagogos han tratado de resolver
cuestiones paralelas que surgen en la época de la infancia: ¿Por qué juega el
niño?, ¿Por qué es tan importante el juego para el desarrollo del niño? Creo
que la mejor respuesta fue ofrecida por Piaget: el juego infantil es una
actividad cultural que desarrolla la inteligencia. De esta forma, los juegos
manipulativos, simbólicos y de reglas responden a los tres niveles de la estructura
del pensamiento: sensoriomotor, representativo y reflexivo. Así pues, la
cultura, aliada con la inteligencia, se comportan en el período inicial de la
vida como formas lúdicas.
La introducción del juego en el mundo de la educación es una
situación relativamente reciente. Hoy en día, el juego desarrolla un papel
determinante en la escuela y contribuye enormemente al desarrollo intelectual,
emocional y físico. A través del juego, el niño controla su propio cuerpo y
coordina sus movimientos, organiza su pensamiento, explora el mundo que le
rodea, controla sus sentimientos y resuelve sus problemas emocionales, en
definitiva se convierte en un ser social y aprende a ocupar un lugar dentro de
su comunidad.
En este sentido, la actividad mental en el juego es continua
y, por eso, el juego implica creación, imaginación, exploración y fantasía. A
la vez que el niño juega, crea cosas, inventa situaciones y busca soluciones a
diferentes problemas que se le plantean a través de los juegos. El juego
favorece el desarrollo intelectual. El niño aprende a prestar atención en lo
que está haciendo, a memorizar, a razonar, etc.
Mediante el juego, el niño también desarrolla sus capacidades
motoras mientras corre, salta, trepa,
sube o baja y, además, con la incorporación a un grupo se facilita el
desarrollo social, la relación y cooperación con los demás así como el respeto
mutuo. Más aún: al relacionarse con otros niños mediante el juego, se
desarrolla y se perfecciona el lenguaje. Los juegos con los que el niño asume
un rol determinado y donde imita y se identifica con los distintos papeles de
los adultos influyen de una manera determinante en el aprendizaje de actitudes,
comportamientos y hábitos sociales. Tanto la capacidad de simbolizar como la de
representar papeles le ayuda a tener seguridad en sí mismo, a autoafirmarse,
acrecentando, además, la comunicación y el mantenimiento de relaciones
emocionales.
El maestro y su rol en el juego en la escuela
Nuestro rol como maestros debe ser de animador del juego o
incluso de un jugador más. Si nos queremos convertir en «directores» del juego,
en personas «adultas y serias», que mandan, organizan y disponen, jamás
lograremos un clima adecuado, donde el niño se exprese de manera autónoma y
libre mediante el juego. Esto no significa que debamos dejar a nuestros estudiantes solos, sino que debemos orientarlos, darles ideas y animarlos, con el propósito
de que, en sus períodos de juego, los niños encuentren en sus maestros a
alguien al que pueden acudir de una forma algo más distendida. Para ello, el
maestro debería tener en cuenta, en su rol de «animador-estimulador» del juego,
una serie de elementos:
1. Diseño de espacios del juego
El profesor debe facilitar al educando las mejores condiciones
posibles para el juego y debe ser capaz de organizar el ambiente del mismo. El
espacio ambiental será lo más seguro, estable y tranquilo que sea posible. El
salón de clases se estructurará en espacios lúdicos que posibiliten el juego
espontáneo y libre, el juego en pequeños grupos y el juego entre todos, siempre
con unas determinadas reglas y propósitos educativos. Además, el niño también
necesita jugar y aprender al aire libre, por lo que tendremos en cuenta las
condiciones del patio escolar, los espacios verdes de la zona donde se
encuentre ubicada la escuela, los distintos espacios culturales de la zona…
2. Materiales para el juego
Los materiales lúdicos que van a utilizar nuestros educandos deben ser estudiados y seleccionados cuidadosamente. El juguete es una especie
de «pretexto» que debemos tener en cuenta. Seleccionaremos materiales lúdicos
que favorezcan el pensamiento divergente y la creatividad de los estudiantes
como pueden ser los puzles, ábacos, marionetas, cuentos, canciones…
3. Estructuración y organización de los tiempos de juego
Todo niño debe desarrollar tanto el juego libre como el juego
organizado, debe jugar individualmente y en grupo. Diversas investigaciones
señalan que el juego entre dos niños dura más tiempo y es más productivo que el
individual o el de tres o más niños; sin embargo, debemos añadir que el juego
espontáneo e individual se enriquece con las aportaciones y experiencias que
aporta el juego colectivo. Por tanto, el maestro debe estructurar y organizar el tiempo para
cada tipo de juego que utilice en su clase.
4. Actitudes del maestro respecto al juego
El maestro debe procurar desarrollar una serie de actitudes
en su papel de animador del juego. Debe adquirir una posición de discreción y
hábil observador y conductor del juego, descubriendo las actitudes y
capacidades de los estudiantes. Esto implicará:
- Capacidad para aceptar las expresiones y
respuestas erróneas del niño, justificándolas, cuando se produzcan, como algo
normal dentro del proceso de maduración y desarrollo del niño;
- La creación de un clima relajado sin tensiones y permisivo:
el niño debe trabajar en un ambiente de libertad pero con el firme respeto
hacia las normas; no debe sentirse sometido ni mucho menos obligado. El maestro
debe crear una relación amistosa con el niño, pero siempre guardando las
distancias, es decir, teniendo muy presente que el educando se tiene que sentir
como lo que es y tiene que ver al maestro como un adulto que se encarga de su
educación;
- Una actitud permanente de escucha y diálogo: el maestro
debe mantenerse abierto a todo y a todos, estando dispuesto a desarrollar la
comunicación y comprensión del niño;
- No anticipar las soluciones: debe dejar que el niño las
descubra por sí mismo y estimular al estudiante a que averigüe e invente; de esta
manera, la motivación e implicación del niño en el juego es mayor y el
aprendizaje mucho más significativo;
- No acelerar el desarrollo del juego: se trata de respetar
la secuencia del juego. El maestro no debe instigar al niño a acelerar de forma
desmedida su proceso de evolución;
- Ofrecer posibilidades de éxito: el niño necesita incentivo
y aprobación; situaciones que le permitan mejorar su autoestima, que demuestren
al niño de que es un persona «capaz»;
- La acogida de preguntas, ideas y sugerencias, ofreciendo al
niño oportunidades de ensayar, experimentar y poner en práctica sus
iniciativas.
En suma, debemos hacer una profunda reflexión sobre el
tremendo potencial educativo que poseen los juegos y cómo éstos son una
herramienta fundamental para las actividades de enseñanza-aprendizaje en la
escuela, pues constituyen una de las mejores e importantes fuentes de
aprendizaje motivando a los niños y haciendo que aprendan sin ni siquiera darse
cuenta. Este es todo el sentido de la conjunción de la cultura y la
inteligencia como formas lúdicas que intervienen en el proceso de enseñanza
aprendizaje.
Por lo antes expuesto la técnica de psicomotricidad es una combinación para desarrollar las habilidades motrices a través de la lúdica.
¿Qué beneficios puede obtener el niño o la niña?
A nivel motor
*Facilita la adquisición del esquema corporal, permite que el
niño tome conciencia y percepción de su propio cuerpo.
*Favorece el control del cuerpo, aprende a dominar y adaptar
su movimiento corporal.
*Ayuda al control postural, equilibrio, coordinación,
ubicación en tiempo y espacio.
A nivel cognitivo
*Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la
memoria, la atención y concentración, así como la creatividad del niño.
*Refuerza nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad
a través de la experiencia directa con los elementos del entorno.
A
nivel socio-afectivo
*Sirve como un canalizador, ya que el niño puede descargar su
impulsividad sin culpabilidad. Esta descarga será determinante para su
equilibrio afectivo.
*Se integra a nivel social con sus compañeros, propicia el
juego grupal.
*Ayuda a enfrentar ciertos temores, el niño fortalece no solo
su cuerpo sino también su personalidad superando así ciertos miedos que antes
lo acompañaban.
*Reafirma su autoconcepto y autoestima, al sentirse más
seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y
capacidades.
Les dejo un material de referencia para que sirva como apoyo para desarrollar y ampliar el tema abordado referente a la psicomotricidad.
Conferencia de Psicomotricidad
"Aprendamos
jugando" psicomotricidad
para niños de 4 y 5 años