¿Qué es el pensamiento divergente? ¿Qué beneficios otorga el desarrollar el pensamiento divergente desde pequeños?






El pensamiento divergente: es un proceso de pensamiento de generar ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones. El pensamiento lógico no sirve en lo absoluto ni existe esa palabra. Por contraste, el pensamiento divergente típicamente ocurre de forma espontánea, de modo fluido, tal que muchas ideas son generadas en una pequeña cantidad de tiempo y estas conexiones inesperadas son dibujadas en nuestra mente. En otras palabras es una actividad contenida en otra función del intelecto humano llamada imaginación, realizando algo nuevo desde cero, o lo mismo, de una manera distinta.

Se caracteriza por:

*Ser intuitivo, espontáneo, emotivo, espiritual, fantasioso.

*La variedad de respuestas aceptables y válidas.

*Recurrir a la imaginación como fuente de ideación.

*La libre expresión, fluencia y apertura.

*Realizar múltiples conexiones y analogías. Acontece lo insólito, lo nuevo, lo desconocido, lo original.

*No necesita apelar a los datos de la memoria.

Así que podemos resumir que se trata de buscar tantas alternativas como sea posible para un mismo problema.

El pensamiento creativo es uno de los más complejos y elevados y sin embargo nos pasamos la infancia y especialmente la etapa escolar, “aplastándola” para luego lamentarnos porque “nos  faltan las ideas”.

Por eso es necesario que en la  familia y en el hogar se permita que los niños y niñas, vean y comuniquen el mundo a su manera, sin censurarles, sin guiarles más de lo necesario.


No ofrecerles siempre soluciones, sino alternativas; darles la oportunidad de crear, respetando sus tiempos y reforzarle estos comportamientos desde una actitud de confianza y apoyo.

Crear les da la oportunidad de expresar lo que piensan y lo que sienten, les da vía libre para proyectar su imaginación y para mostrar todo su potencial.



Que beneficios otorga el desarrollar el pensamiento divergente desde pequeños:

Primero la capacidad para dar muchas respuestas ante un problema, elaborar más soluciones, más alternativas.

Segundo cambiar de perspectiva, adaptarse a nuevas reglas, ver distintos ángulos de un problema.

Tercero  se refiere a la novedad desde un punto de vista estadístico. Ser Original.

Cuarto la capacidad para encontrar funciones y aplicaciones diferentes de las habituales, agilizar la mente, liberarnos de prejuicios.

Quinto la  capacidad de profundizar más de ir más allá, y ver en el problema lo que otros no ven.

Sexto aspecto: capacidad de adornar, incluir detalles.

John Dewey,  quien fue  filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense. Fue partidario de una enseñanza centrada en el niño. Pedía a los maestros que integraran la psicología en el programa de estudios, construyendo un entorno en el que las actividades inmediatas del niño se enfrenten con situaciones problemáticas en las que se necesiten conocimientos teóricos y prácticos de la esfera científica, histórica y artística para resolverlas.

Les corresponde a ustedes conseguir que todos los días existan las condiciones que estimulen y desarrollen las facultades activas de sus alumnos. (Dewey)

Si los maestros enseñaran de esta forma, orientando el desarrollo del niño de manera no directiva, tendrían que ser como reconocía Dewey, profesionales muy capacitados, perfectamente conocedores de la asignatura enseñada, formados en psicología del niño y entrenados en técnicas destinadas a proporcionar los estímulos necesarios al niño para que la asignatura forme parte de su experiencia de crecimiento. Un educador de esa índole tiene que poder ver el mundo con los ojos de niño y con los del adulto.

Lamentablemente existen padres y docentes que les molesta, les fastidia sobremanera, un niño preguntón…Les debo recordar que La curiosidad, la necesidad de saber, la misma naturaleza de los niños los lleva a ese constante ¿Qué? ¿Para qué? ¿Quién? ¿Cómo? y sobre todo el necesario ¿Por qué? que les abre la razón y la cimienta sobre una base sólida. Logrando desarrollar ese pensamiento  divergente que le va a permitir a sus hijos en el caso de los padres y en el caso de los docentes a sus estudiantes la oportunidad de expresar lo que piensan y lo que sienten, les da vía libre para proyectar su imaginación y para mostrar todo su potencial.

Un niño preguntón será un adulto investigador, constructor de saberes, arquitecto de conocimientos. Y eso es lo que tanta falta nos hace… Un niño que crece en un ambiente donde reina el conformismo, la apatía, el culto a la costumbre, con adultos a quienes no le interesa progresar, adultos que jamás se interesan en las razones, las causas, los motivos... ¿Qué le espera?

Por eso nuestro querido e insigne maestro Simón Rodríguez instaba a los maestros…Pero también a los padres a enseñar a  los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mande hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos…

Así que padre, madre, maestro… acostumbren a  sus  hijos y estudiantes a emplear la inteligencia, su creatividad… A despertar ese pensamiento divergente  para resolver problemas y afrontar por sí mismos las situaciones desacostumbradas, dejándolos que disfruten equivocándose y corrigiéndose.

Buscando nuevas ideas y alternativas…Que aprendan a respetar las opiniones de los demás, pero exponiendo su punto de vista con tolerancia y principalmente el respeto.