Llegar tarde es un desorden al que a
veces damos poca importancia, pero es relevante si lo hacemos por norma.
La puntualidad es una virtud muy
importante está relacionada con el orden y con pensar en los demás. Si
enseñamos a nuestros hijos a vivirla estamos ayudándoles a construir una
sociedad solidaria.
Vivir la puntualidad tiene mucha trascendencia.
Está relacionada con el orden propio e influye en el orden ajeno. Si no somos
puntuales retrasamos a otros, y nuestro retraso dificulta la el curso de las
cosas.
La puntualidad es una virtud que todo el
mundo debe aprender desde su infancia, con nuestro modo de actuar les enseñamos
a adquirir estos hábitos. Enseñar a los niños a ser puntuales.
Los adultos somos conscientes de la hora
del día en la que vivimos, y el reloj forma parte importante del día a día para
poder organizar nuestro tiempo.
Sin embargo, enseñar el valor de la
puntualidad a los niños requiere su ciencia, ya que la noción del tiempo para
los niños es diferente
Existen algunas ideas que pueden ayudar
a los padres y educadores para conseguir que los niños sean puntuales y hagan
las tareas que les corresponden a su debido tiempo.
1- Es necesario que el niño comience a
valorar la importancia de hacer una determinada cosa en un tiempo determinado.
Para ello, es importante el diálogo con el niño y hacerle comprender, por
ejemplo, que si no llegamos al cine a la hora convenida, la película habrá
comenzado y no podremos verla.
2- Crear rutinas. La rutina no sólo es
buena porque ayuda al niño a sentirse seguro. Además, ayuda a crear hábitos a
los niños. A pesar de no saber medir el tiempo, les guiará para saber que
después de levantarse de la cama tienen que lavarse, después vestirse,
desayunar e ir al colegio. Poco a poco, irán aprendiendo que esta serie de
pequeñas acciones, tienen que llevarse a cabo en un tiempo determinado para
poder llegar al colegio antes de que lo cierren.
3-Un valor importante es enseñar a los
niños a no hacer a los demás aquello que no les gustaría a ellos mismos. Por lo
tanto, han de comprender cómo se siente alguien cuando espera a una persona que
no llega.
4- Hay que enseñar a los niños que las
distracciones les llevarán a ser impuntuales. Por ejemplo: El niño no podrá
vestirse bien y con rápidez, si la televisión está encendida y están emitiendo
sus programas o dibujos favoritos.
5- La puntualidad se enseña a los niños
con el ejemplo, si los padres suelen llegar tarde a los sitios, los niños no
valorarán la importancia de llegar a un lugar a la hora convenida.