¿Cómo puede afectar a los hijos el trastorno oposicionista? ¿Conoce Ud. sus características?




¿Su hijo o hija desobedece activamente las peticiones de los adultos? ¿Tiene ataques de ira y resentimiento con los demás? ¿Discute con los adultos? ¿Culpa a otros de sus propios errores? ¿Se involucra en problemas constantes en la escuela? ¿Pierde la paciencia, es rencoroso o vengativo? ¿Es susceptible o se molesta con facilidad?
Si encaja perfectamente en  estas características y  el patrón dura al menos 6 meses y traspasa los límites del comportamiento normal de la infancia. Puede estar  presentando lo que se conoce como Trastorno de Oposición Desafiante: Es un patrón de comportamiento desobediente, hostil y desafiante hacia figuras de autoridad. Este trastorno significativamente socava la capacidad del niño  de llevarse bien con la familia, sus compañeros, y otros adultos.

A pesar de tener un nivel de inteligencia adecuado, su rendimiento académico es bajo, ya que se niegan a participar: es decir no coopera, no sigue instrucciones, se resisten ante las demandas externas e insisten en solucionar sus problemas sin la ayuda de los demás.De no ser tratados tienen alta probabilidad de desarrollar el trastorno antisocial de la personalidad en edad adulta, con una posible evolución hacia el consumo de sustancias adictivas.

¿Cómo se puede confirmar que mi hijo(a) sufre del trastorno oposicionista?

El diagnóstico del trastorno oposicionista está basado principalmente en la evaluación clínica,deben ser evaluados por un psiquiatra o psicólogo.

Ya que algunos trastornos como: de ansiedad, de hiperactividad/déficit de atención (THDA), bipolaridad, depresión, trastornos de aprendizaje y trastornos de drogadicción pueden causar problemas de comportamiento similares y deben ser consideradas como posibilidades.

Es generalmente tratado con: psicoterapia u orientación de la conducta de forma  individual: Para aumentar la capacidad del paciente para resolver los problemas y sus habilidades de comunicación y de control de la ira y el impulso.

Con terapia familiar: tiene como objetivo la introducción de cambios en la familia, para mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia. La crianza de estos niños puede ser una tarea muy difícil para los padres, quienes necesitan apoyo, comprensión y habilidades que les permitan desarrollar enfoques más eficaces para la crianza de los hijos. Diseñando interacciones positivas entre padres e hijos que aumenten los comportamientos deseados.

Debemos recordar que este trastorno no afecta sólo al niño (a) o al adolescente, sino también a la familia, a los profesores y los compañeros. Se caracteriza por un patrón persistente de desafío y reto a las normas y reglas. 





¿Qué estrategias pueden utilizar los padres y docentes para manejar el trastorno oposicionista de los niños en el hogar y la escuela?


Qué se puede hacer como padres:

Acude a un especialista que haga un diagnóstico claro y establezca las bases del tratamiento según las características y necesidades del niño/a.

Establece una lista de normas y reglas que debe cumplir. Es importante que estas reglas sean establecidas en consenso y comprendidas y aceptadas por el niño/a. Así como establecidas antes de aplicarlas. Una buena opción es anotar las reglas donde pueda verlas y recordarlas de vez en cuando.

Refuerza las conductas adecuadas de manera positiva.

Aplica consecuencias a las conductas no deseadas, no es lo mismo que castigar. Pero si no cumple con lo acordado, tampoco obtendrá los beneficios y tendrá que responsabilizarse del posible daño que haya causado.

Mantén la calma, y aplica la empatía, no te tomes como algo personal sus desafíos, o ataques de rebeldía, no te culpes por ello tampoco.

Evita entrar en una lucha de poder, en lugar intenta ofrecerle opciones al niño/a, y comunícate con él/ella de manera asertiva (sin atacarle).

Sirve de ejemplo: esfuérzate por  responder con respeto y educación. Para que no sigas alimentando esas conductas indeseadas…Recuerda que amas a tu hijo(a) lo que reprochas es la conducta que está desarrollando y que necesita orientación. Si tú no puedes manejar solo(a) este trastorno, debes buscar ayuda para que no se escape y después te lamentes de ese adolecente o adulto que te insulte, agreda o tome  conductas lamentablemente negativas que afecten a toda la familia y nuestra sociedad.

Pase tiempo de alta calidad junto a sus hijos. Incorpore tiempo en los horarios diarios(aunque sean cinco minutos) para pasar tiempo con su hijo haciendo algo agradable.

Escuche y converse con los maestros y profesores…Evite negarse ante la información que le dan sus maestros del comportamiento de sus hijos. Muchos padres cometen el grave error de pensar que se les etiqueta a sus hijos, en ocasiones los cambian de colegios y liceos pensando que es la institución. Lo peor es que al hacer el cambio obtienen los mismos resultados porque no son las instituciones, son los hijos que necesitan esa ayuda y se bloquean. Por favor no lo haga, escuche la voz del docente, que desea el bienestar para sus hijos.

Como docentes:

No entre en su juego, evite emplear comunicación agresiva: maneje su tono de voz, su posición, sus movimientos, etc. Especialmente en estos momentos de crisis. Trate de hablar suave, no demasiado cerca y nunca reteniendo o agarrando.

Resuelva y oriente al  estudiante siempre en privado.

Reconocer  siempre los comportamientos positivos.

Centrarse en la conducta, reconociendo que no es el niño; es la conducta que puede ser adquirida del contexto donde vive o su entorno familiar.

Conversar  con  su representante y hacerle entender que no se está etiquetando a su hijo, más bien se le está ayudando a que este niño (a) o adolescente  sea orientado por un especialista a tiempo, incluyendo un diagnóstico temprano que mejorará su vida familiar y su adultez.