La
alimentación es una de las acciones cotidianas que favorecen la salud, la
ingestión de nutrientes para el sano crecimiento de los niños.
Durante
el momento de comer, hay ciertas costumbres que el niño debe evitar, ya que
dificultan todo el proceso e incluso puede provocar indigestión, dolor
estomacal o reflujo gástrico. Pero también es importante evitar ciertas
actividades posteriores al proceso de alimentación que te mencionaremos a continuación.
1.
Tomar una siesta: es preferible esperar al menos media hora, sobre todo si el
niño ha comido en abundancia porque ese
descanso dificulta el proceso de digestión y puede tener molestias estomacales.
2.
Caminar: aunque siempre se ha dicho que caminar ayuda a hacer la digestión es
preferible no hacerlo en los primeros 30 minutos tras la comida ya que puede
interferir en el proceso de absorción de nutrientes.
3.
Correr, saltar o bailar: de la misma manera que al andar, es preferible evitar
el movimiento, sobre todo si requiere dosis de energía, durante la primera
media hora tras la comida. Podría provocar reflujo, acidez y dolor en el
estómago.
4.
Usar ropa apretada: puede provocar reflujo gástrico o incluso acidez, conviene
que los niños lleven prendas sueltas y que no les opriman el estómago.
5.
Comer fruta: aunque se utiliza la fruta como postre, algunas cuentan con
enzimas que pueden atascar el estómago y producir una inflamación y dolor
estomacal. Es preferible tomarlas en las meriendas o en el desayuno.
6.
Bañarse o nadar: Tomar un baño hace que disminuya la cantidad de sangre que fluye en el
estómago ya que fluye hacia las extremidades. Esto hace que se entorpezca la
digestión.
7.
Tomar infusiones: Existen muchas infusiones para niños, pero no conviene
dárselas luego de comer ya que los compuestos que contienen pueden interferir
con la asimilación de nutrientes y dificultar la digestión.
8.
Tomar refrescos o bebidas muy frías: No ayudan al proceso de absorción de
nutrientes. Es preferible beber agua a temperatura ambiente y nunca en exceso.