El humor es un mecanismo de
supervivencia, permite mejorar el sistema de comunicación y de contacto
personal e incide directamente en el bienestar del paciente.
En
el proceso de crianza el amor y el respeto son clave, pero los padres no deben olvidar que el día a día
con los hijos requiere un toque de diversión, para salir de la rutina y
estrechar lazos de cercanía.
Tener
un buen ánimo facilita la realización de actividades en la familia porque se
realiza con entusiasmo, se logra mantener relaciones más estables y se vive con
disposición a la alegría
Sugerencia: 4 claves para
educar a los niños con humor
1.-
Ante algunos desastres de los niños. Reflexiona un momento antes de
actuar y pregúntate si es tan grave lo que acaba de hacer tu pequeño.
2.- Menos complejos y más alegría. Muchas
veces los complejos e inseguridades de los padres pueden llevar a actuar con
demasiada severidad. No se trata de reírles todas las gracias, si no de tomar
las cosas con más tranquilidad y menos seriedad.
3.- Conviene no hacer un drama de todo lo que
nuestros hijos todavía no saben hacer. Es normal que de pequeños se les caigan
las cosas de las manos, se ensucien comiendo o se frustren ante cualquier
contratiempo.
4.-
Evite ser personas que desde que entra a la casa llega con mal humor y
quejándose de todo…Se ha detenido a pensar que sus hijos o familiares en
ocasiones no saben lo que le sucede y que en un entorno donde muchas personas
se quejan durante todo el día. Ud. Y su familia necesita un espacio de paz. Que
solo lo pueden lograr ustedes en cada uno de sus hogares.
¿Qué
juegos y actividades pueden ayudar a desarrollar el humor en la familia?
*Guerras de cosquillas.
*Batallas de almohadas.
*Jugar al escondite dentro de casa.
*Hacer ejercicio físico juntos.
*Esperar a papá o a mamá escondidos en la
casa y darle un susto.
* Ver juntos películas de risa.
*Hacer comentarios divertidos manteniendo
nuestra expresión seria.
*Salir a pasear y a jugar.
*Contar chistes.
*Vestirnos intencionadamente con una
prenda al revés o con dos zapatos distintos.
*Contar anécdotas de nuestra infancia.
*Recordar las cosas divertidas que
nuestros hijos hacían cuando eran bebés.
*Hacer muecas destacando los rasgos de
cada uno: lo más lindo, lo más feo.
*Sacar fotos sorpresa.
En
la vida familiar diaria no debe faltar reír, bromear y disfrutar de las
pequeñas cosas, propiciando el buen humor familiar vamos a favorecer el aumento
del autoestima, la creatividad y la estimulación al aprendizaje de cada uno de
sus miembros en un ambiente lleno de paz y armonía.