Las discusiones son parte de la vida. Por
circunstancias, estados de ánimos y diferencias de opiniones pueden llevar a
las personas a expresarse con voz alterada.Puede ser un momento fugaz, pero el
problema se presenta cuando la situación acontece frente a los niños en quienes
pueden dejar huella.
La discusión de papá y mamá asustar y hacer
mucho daño a los pequeños. Los niños se preocupan hasta cuando sus padres, por
alguna discrepancia, se dejan de hablar.
Podemos
señalar algunos efectos que producen las peleas domésticas delante en los niños:
1) Se condicionan a que ese ambiente
conflictivo es normal para ellos.
2) Las peleas domésticas que se van a los
gritos, descalificaciones y posibles agresiones físicas dan un mal ejemplo del
manejo de la rabia, que en un futuro como adulto lo van a repetir con sus
familias o amigos.
3) Deteriora a la familia, rompiendo los
lazos muchas veces de papá o mamá con sus hijos o hermanos.
4) Cuando las discusiones o diferencias se
salen de control los niños se pueden sentir aturdidos y experimentar cansancio,
dolor de cabeza, estrés e impaciencia.
Así
que los expertos sugieren para mejorar la forma de plantear situaciones como
parejas sin afectar a los hijos:
1.- Las conversaciones deben ser íntimas,
evitando la presencia de personas que no están involucradas y mucho menos
frente a sus hijos.
2.- La forma de canalizar una conversación
debe comenzar sin sarcasmos, ironías, chistes, burlas o insultos, de lo
contrario los sentimientos de disgusto y enojo pueden aumentar
significativamente.
3.- Traer
nuevamente temas que ya se superaron en el pasado puede acumular tensiones, si
ya fueron superados no deben salir nuevamente a la luz.
Una familia unida y llena de amor puede
superar cualquier obstáculo. Recordar cómo canalizar las discusiones podría
cambiar todo el panorama familiar además de convertirnos en una influencia
positiva para la formación de los niños en casa.
Todo se puede, cuando hay unión. El camino es
más fácil con la fuerza del amor. -Robert Goodrich-