¿Qué sucede con la honestidad de las personas? ¿Es posible recuperar el valor honestidad en nuestra sociedad?



La honestidad es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo.

La vida diaria contiene infinidad de situaciones que ponen a prueba la honradez de las personas. Pagar nuestras deudas, cumplir una promesa, no aprovecharnos de los demás, hablar con la verdad, no apropiarnos de cosas que no nos pertenecen, no engañar a los otros para obtener una ventaja; tales son algunas de las manifestaciones de este valor.

¿Por qué tenemos que ser honestos, si hay quienes no lo son?

Simplemente porque no estamos obligados a hacer las cosas que otras personas hagan. Cada uno de nosotros puede y debe marcar una diferencia. Sobre todo si Ud. es padre o madre debe pensar un poco en la sociedad que desea  dejarles a sus hijos, primos o nietos.

El filósofo alemán Immanuel Kant, quien era un hombre de una gran honestidad personal, consideraba que este valor no sólo podía hacernos felices, sino que también permitía que la sociedad funcionara correctamente. “No hay mejor política que la honradez”  


La honestidad consiste en vivir y expresar esa conciencia en cada momento, no mantener nada oculto, dar importancia a la verdad, ser transparentes para nuestros semejantes, no escondernos nada a nosotros, ni a las demás personas. 

En otro sentido, la honestidad significa no querer apropiarnos de algo que no hemos conseguido o que le pertenece a otro.

Al compartir ese valor estamos creando un ambiente de confianza y progreso. 

Si deseamos un cambio desde el corazón, debemos empezar por tomar verdadera conciencia y recordar que no todos tenemos que escoger el mismo destino que una persona deshonesta.

Que se puede cambiar y dar lo mejor de uno mismo. Recuerda que nunca es tarde para comenzar a vivir y comenzar a construir la sociedad que queremos dejar a nuestras futuras generaciones. Tu eres parte del cambio.