Los
ojos suelen presentarse en muchas tonalidades, desde el marrón oscuro casi
negro al marrón claro, y desde el verde, al avellana y o del gris al azul.
Pero, a pesar de las muchas variaciones que percibimos, en realidad solo hay
dos pigmentos diferentes en nuestros ojos: el marrón y el rojo. Las células del iris que producen el pigmento
se llaman melanocitos y también son responsables del color de nuestro cabello y
de nuestra piel.
Los
melanocitos pueden producir dos tipos diferentes de pigmentos: eumelanina, que
es marrón-negro, y la feomelanina, que es roja.
Los
colores de los ojos que se encuentran entre los extremos de color marrón oscuro
y azul claro tienen cantidades variables de pigmento y áreas sin ningún
pigmento. Esto conduce a los colores únicos que vemos en forma de verde,
avellana y gris. Sin
embargo, no existe pigmento azul en nuestros ojos. ¿Por qué son azules
entonces? Debido a las fibras de colágeno blanco en el tejido conectivo en el
iris. Estas fibras dispersan la luz y hacen que el iris se vea azul.