Aprenden física, ética y literatura en una escuela en Noruega a través de los vídeo juegos.



En la escuela secundaria de Bergen, Noruega, el profesor Tobias Staaby proyecta en su clase una escena del famoso videojuego, The Walking Dead. Para generar un dilema ético complejo: los suministros se están agotando y solo quedan cuatro alimentos para racionar. 



¿Quién debería comer primero? ¿El viejo? ¿El adolescente herido? ¿Los niños? ¿El líder? Los estudiantes de la clase empiezan entonces a lidiar con un enigma moral que deben resolver en equipo. Justificar su decisión, basados en algunos conceptos que aprendieron en filosofía moral y respondiendo preguntas como: ¿fue su decisión guiada por la ética situacional, el utilitarismo o el consecuencialismo?

El profesor  Tobias y Aleksander Husoy, en sus clases de inglés y estudios sociales, utilizan el juego Civilización 4.


Los profesores le pidió a los estudiantes más experimentados que se agruparan con los más novatos. Los estudiantes se mostraron más dispuestos a compartir y colaborar. Surgió un espíritu de comunidad que se produce cuando un grupo de personas está haciendo algo único juntos. El juego pasó a ser un instrumento muy útil para la enseñanza del inglés y la cultura que exige el plan de estudios.


¿Y en física cómo cumplen un rol los videojuegos de este tipo?


El profesor de física Jorgen Kristofersen decidió experimentar con Portal 2, un juego que desafía a las personas a resolver complicados rompecabezas para escapar del laberinto. En el juego se manipulan cubos, se redireccionan láseres, se hacen saltos en el tiempo y teletransportaciones a través de las paredes.



El profesor menciona que el juego les da a los estudiantes una perspectiva diferente sobre las leyes de la física, donde una computadora logra simular la mecánica para crear un entorno de juego realista.

El Centro Noruego para las TIC en la Educación, que trabaja en nombre del Ministerio de Educación, busca emprender un proyecto nacional para integrar los videojuegos en todas las escuelas de Noruega, adaptando éstos a los objetivos curriculares y entendiéndolos como herramientas flexibles con un potencial que supera el propósito para el cual fueron creados.